GEMA ROMERO.- La lactancia materna es el mejor alimento que puede recibir el recién nacido. La Organización Mundial de la Salud la recomienda en exclusiva hasta los 6 meses de vida y complementada con otros alimentos hasta los dos años. Aunque es un tema que se trata con profundidad en las clases de preparación al parto, cuando llegamos a casa con un bebé múltiples son las dudas que surgen a las mamás, especialmente a las primerizas. Por ello el programa Apple Advice de Canal Enfermero dedica su última edición a resolver las principales dudas al respecto. Para ello han contado con la colaboración de Carla Quintana, matrona y fundadora de matrona para mí.
Al salir de casa la primera duda que surge es cada cuánto debe comer el recién nacido. Como explica Carla Quintana “lo importante es que coma cada tres horas, y también se dice que a demanda. Esto quiere decir que las primeras tres semanas para que no tenga picos de hipoglucemia, que no les baje el azúcar, cada 3-4 horas el bebé tiene que comer, y a demanda significa que, si a la hora te pide, le debemos dar también”. Así, en el caso de tener un bebé muy dormilón “habría que despertarle tanto por el día como por la noche. A partir de las tres semanas, las tomas, sobre todo las nocturnas, se pueden alargar”, señala.
Con respecto a las mejores posturas para la lactancia Carla Quintana sostiene “que eso es algo que hay que individualizar, depende de la forma del pecho, de la comodidad de la madre”. Aún así, indica que “en el caso de un pecho un poco más voluminoso, tumbada se suele estar más cómoda”.
El enganche, clave
El enganche es clave para garantizar el éxito de la lactancia. Para asegurarnos de que es correcto “lo primero es que la lactancia no moleste, al principio la succión suele ser fuerte, pero no debería molestar”. Para Carla Quintana ese es el primer signo en el que deberíamos fijarnos. Además, la areola debe estar casi por completo dentro de la boca de bebé, “los carrillos tienen que estar llenos, que no se produzcan sonidos como que no hace vacío, las orejas del bebé se pueden mover, el pecho al final de la toma debemos notarlo vacío y que el niño se quede saciado y calmado”, subraya la matrona.
En el caso de notar dolor, si está rojo o irritado, aparece alguna grieta o la madre presenta fiebre suelen ser síntomas de algún problema. En casa hay algunas cosas que podemos hacer para solucionarlos. Como explica la fundadora de Matrona para mí, “es importante vaciar bien el pecho para evitar una mastitis o una ingurgitación, como consecuencia de que se nos llena demasiado. Aquí habría que poner calor en la zona que más dura tengamos del pecho, durante 10-15 minutos como mucho, darnos masajes circulares alrededor de todo el pecho, sin olvidar la axila, donde también podríamos tener alguna obstrucción y lo más importante es poner el bebé al pecho para que lo vacíe”.
Para saber que el bebé realmente está comiendo bien “debemos fijarnos en su peso, sin obsesionarse, pero cada semana o cada quince días, pesarlo para ver que está cogiendo peso. Además, observar que se vacíe bien el pecho, que el bebé orine y moje por la menos cinco, seis, siete pañales”, señal de que está bien hidratado.
Alrededor de la lactancia materna abundan los mitos y la mala información. Para Carla Quintana “aunque la gente te intenta ayudar, al final lo que están diciendo es lo que a ellos les funciona. Debemos tener la información contrastada, individualizar la lactancia de cada madre y cada bebé, porque la idea de “a mi me funcionó esto, no siempre sirve”, subraya.
Por ello, si persisten las dudas o los problemas lo mejor es acudir a la enfermera, o en este caso a la matrona.