REDACCIÓN.- El Real Colegio de Enfermería Británico (RCN) advierte que las normas de inmigración, que entrarán en vigor en 2016, «causarán el caos» y costarán millones de euros al sistema sanitario del país. Con esta nueva disposición las enfermeras procedentes de países que no pertenecen al Espacio Económico Europeo (EEE) deberán dejar el Reino Unido.
Los afectados serán aquellos extranjeros de fuera de la Unión Europea que después de seis años trabajando no hayan logrado alcanzar un sueldo superior a 35.000 libras anuales (48.650 euros). Desde el colegio de enfermería británico calculan que esta medida, aprobada por David Cameron en 2011, podría afectar a más de 3.000 enfermeras del sistema público de salud británico y pide que el gobierno rebaje la cuota salarial que ha establecido. “Las normas de inmigración para trabajadores de la salud causarán el caos en un momento en que la demanda es cada vez más mayor”, asegura Peter Carter, presidente ejecutivo y secretario general del RCN.
Y es que las cifras para los próximos años son aún más preocupantes, sobre todo si la contratación en el extranjero sigue aumentando como resultado de la escasez de enfermeras de “cosecha propia”. “Los recortes de plazas de formación enfermera obligan a depender de la contratación de profesionales procedentes de otros países. Por ejemplo, el año pasado 37.000 estudiantes potenciales de enfermería fueron rechazados”, resalta Carter. “Desde nuestra organización ya presentamos pruebas y un informe detallado al Comité Consultivo de Migración, pero no fuimos escuchados, a pesar de la clara evidencia de una grave escasez de enfermeros y el impacto que esto está teniendo en los pacientes”, finaliza.