ÁNGEL M. GREGORIS.- “Hoy he sentido la llamada con toda la fuerza”, entona Leiva en la canción principal de La llamada, el debut cinematográfico de Javier Ambrossi y Javier Calvo. Tras triunfar en el teatro madrileño con más de 300.000 espectadores durante los cuatro años que lleva en escena, los “Javis” decidieron realizar la adaptación de su obra a la gran pantalla, que, evidentemente, ha sido también todo un éxito. Más de dos millones de euros de recaudación en menos de un mes lo avalan, convirtiendo el filme en una de las grandes comedias del año. Porque sí, los directores, desconocidos hasta ahora para el público general, han logrado hacerse un hueco con su primera película, que seguro será el preludio de muchas más. Y yo así lo deseo.

La llamada es un no parar de reír durante las casi dos horas que dura. El largometraje cuenta la historia de dos jóvenes que llegan a un campamento religioso en Segovia y que vivirán los días más inolvidables de sus vidas. Si a eso le mezclas clásicos de la música, junto a ritmos actuales como el reggaeton, consigues un tándem perfecto. Macarena García y Anna Castillo, que ya protagonizaron en su día la obra de teatro, vuelven a dar vida a María y Susana, las dos adolescentes que “sentirán la llamada”. Una “llamada” muy diferente en cada caso, pero que les unirá para siempre. Juntas hacen un buen equipo, con una química que se transmite, totalmente, fuera de la pantalla.

Mención aparte y una ovación cerrada se merece Belén Cuesta, que interpreta a la hermana Milagros, y que nos brinda desde el principio los mejores momentos de la cinta. Si ya consiguió en 2016 la nominación a los Goya por su papel revelación en Kiki, el amor se hace, de Paco León, esta edición debería ser ella la que levante la estatuilla a mejor actriz secundaria.

Amor y amistad

La llamada no es sólo una comedia más, La llamada es una historia de amor, de amistad, de aprendizaje, de enseñanza, de aceptación, de tolerancia, de encontrarse y reencontrarse. Y así hay que verla, con ganas de reírse, pero también de pensar y comprender que la vida es mejor vida sin juzgar a los demás.

Los “Javis” tienen ahora un duro camino por delante y es el de consolidarse como directores noveles en España y fuera del país. De momento, y para los que quieran seguir abriendo boca con estos jóvenes talentos, les recomiendo la primera serie de la pareja, Paquita Salas, en Netflix, que presentará su segunda temporada en 2018 y promete no dejar indiferente a nadie.