ÁNGEL M. GREGORIS.- El musical de La llamada es el claro ejemplo de como el boca a boca puede aupar al éxito un espectáculo que se inicia de forma modesta y logra con el paso de los días consolidarse como un referente del ocio en la ciudad. María y Susana, dos amigas en busca de fiesta y diversión, se ven envueltas en una aventura que les cambiará la vida durante su estancia en el campamento religioso La Brújula. Ellas, que esperaban unas vacaciones de desenfreno, se topan con la dura realidad y descubren sentimientos que tenían escondidos hasta ahora. A través de canciones de Whitney Houston, Presuntos Implicados, Henry Méndez y algunas originales, los actores nos cuentan una historia de amor, humor, amistad y lealtad.
Tras comenzar su andadura en la sala pequeña del Teatro Lara, en Madrid, el público consiguió que la obra ocupase la sala principal, agotando día tras día todas las localidades. Así, durante los tres últimos años, La llamada ha logrado hacerse con un hueco en la programación de ocio de la capital, consagrándose como una de las obras juveniles de referencia.
Fresca, divertida y actual logra atrapar desde la primera escena, cuando las dos jóvenes deciden escaparse del campamento para ir a un concierto de reggaeton. Durante casi dos horas, las cuatro actrices protagonistas nos dejan momentos únicos para el recuerdo, como cuando María “siente la llamada” o Susana se encuentra a ella misma.
Lo mejor de la obra
Mención honorífica para Olalla Hernández, que interpreta a la hermana Milagros, y que, sin lugar a dudas, es de lo mejor de la obra. Su timidez, su espontaneidad y su alegría contagian al público y provoca las mayores carcajadas de la función.
Junto a ella, Soledad Mallol (la mitad del dúo humorístico Las Virtudes), Susana Abaitua y Angy Fernández completan un elenco de lujo. Angy, conocida por su papel de Paula en Física o Química y por participar en la primera edición de Factor X y Tu cara me suena, pone el toque más gamberro a la representación. Y aunque todas ellas tienen grandes voces, Richard Collins-Moore, que interpreta a Dios, brinda los momentos musicales más espectaculares.