MARINA VIEIRA.- De acuerdo a un estudio que se ha publicado hoy en la revista Pediatrics, los centros de intoxicaciones de Estados Unidos registraron más de 8.200 llamadas por intoxicación de cigarrillos electrónicos en menores de seis años desde enero de 2012 a abril de 2017.  En el estudio, que ha sido elaborado por investigadores del  Center for Injury Research and Policy y  la Central Ohio Poison Center at Nationwide Children’s Hospital,  se calcula que recibieron, de media, 129 llamadas al mes o más de cuatro al día. La gran mayoría de los casos fueron intoxicaciones por ingerir nicotina líquida (el 93% de los casos), además, la gran mayoría de los niños eran menores de tres años. El trabajo refleja que más de un tercio de los niños expuestos a esta sustancia fueron tratados y no llegaron al hospital, tan sólo un 1.4% de los casos fueron ingresados en un centro sanitario. Un cuarto de los niños que tuvieron contacto con nicotina líquida manifestaron más de una reacción a la sustancia y también refleja que los reacciones clínicas severas fueron lo excepcional, pero en algunos de los casos analizados los menores llegaron a manifestar reacciones como coma, paro respiratorio o paro cardíaco.

«Exponer a los niños a la nicotina líquida es un riesgo porque una cantidad muy pequeña de esta sustancia podría resultar letal para los niños», explica Henry Spiller, uno de los autores principales del estudio y director de la Central Ohio Poison Center. El contacto de los menores con esta sustancia ha aumentado en un 1400% en los últimos tres años, aunque ha crecido más lentamente en los últimos años -por las políticas de presentación de los cigarrillos y prohibición de fumar en sitios públicos-, no ha dejado de registrar nuevos casos. «A pesar de que se han registrado menos casos, el número de niños que están expuestos a estas sustancias sigue siendo inaceptablemente alto», reclama el investigador. Por ello se reclama «más regulación en el asunto».

Los autores, para evitar que los niños entren en contacto con esta nociva sustancia, sugieren un rediseño de las botellas de nicotina que impida a los menores abrirlas, «algo similar a lo que actualmente está presente en muchos medicamentos», especifican. También reclaman que se prohíba incluir ciertos sabores y marketing atractivo que pueda convertir los envases en algo atractivo para los niños. Por otro lado han redactado una serie de recomendaciones para padres y cuidadores que utilicen estos dispositivos para evitar tragedias, entre ellas se encuentra no dejar el producto al alcance los niños, no reponer la nicotina delante de los niños y fumar en su presencia.