En 10 años se han reducido más de un 80% los contagios de VIH y hepatitis por reutilización de jeringuillas
EUROPA PRESS.- La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda generalizar el uso de jeringuillas «inteligentes» de un solo uso que impidan su reutilización para prevenir contagios por VIH, hepatitis y otras infecciones, cuya práctica se ha reducido en 10 años en más de un 86 por ciento a nivel mundial.
«El uso de jeringuillas más seguras es absolutamente fundamental para proteger a las personas en todo el mundo de contagios por VIH, hepatitis y otras enfermedades. Debería ser una prioridad urgente en todos los países», ha defendido Gottfried Hirnschall, director del Departamento de VIH/Sida de la OMS.
Este organismo de Naciones Unidas acaba de publicar un informe en el que urge a todos sus estados miembros a reducir el número de inyecciones innecesarias y desarrollar estrategias para reducir los contagios que se producen por esta vía, fijando como objetivo el año 2020.
Entre los años 2000 y 2010 se han reducido ambos factores, de modo que se estima que actualmente sólo el 2,9 por ciento de los pinchazos que se ponen en el ámbito sanitario podrían evitarse.
Asimismo, en dicho periodo se ha reducido hasta un 83 por ciento los contagios de hepatitis B producidos mediante el uso de jeringuillas, pasando de 21 millones a 1,7 millones; un 87 por ciento los contagios de VIH, de 280.000 a 33.900; y hasta un 91 por ciento los de hepatitis C, de 2 millones a 315.000 contagios.
Pese a este descenso, la OMS defiende la necesidad de impulsar nuevas estrategias para evitar estos contagios, que generalmente se producen entre dos pacientes pero también pueden afectar a los profesionales sanitarios en caso de un pinchazo accidental.
Jeringuillas «inteligentes»
Para evitarlos, se llevan años trabajando en el uso de jeringuillas «inteligentes» que se bloquean tras ser usadas. Inicialmente se implantó su uso en las estrategias de vacunación infantil pero ahora se plantea ampliarlo ante cualquier inyección.
Estas jeringuillas están diseñadas para que el profesional sanitario solo puede ajustar la dosis necesaria y cuenta con un mecanismo que impide volver a cargarla tras la inyección. Asimismo, también se están desarrollando dispositivos que evitan pinchazos accidentales mediante una protección de la aguja que se desliza justo después de la inyección.
La OMS se ha fijado de plazo el año 2020 para que el uso de este tipo de dispositivos sea generalizado, siempre que cumplan con unos estándares de calidad. Asimismo, instan a promover programas de formación para profesionales sanitarios, principalmente en países en desarrollo.
Inyecciones innecesarias
Asimismo, este organismo también hace hincapié en la necesidad de reducir el número de inyecciones innecesarias como una forma crítica de acabar con este riesgo de pinchazos accidentales.
De las 16 millones de inyecciones que se ponen en todo el mundo cada año se estima que un 5 por ciento forman parte de estrategias de vacunación y otro 5 por ciento proceden de las trasfusiones de sangre. Pero el 90 por ciento son para administrar medicamentos por vía intramuscular o subcutánea que, en muchos casos, podrían evitarse si se sustituyeran por una formulación oral.
«Sabemos por qué está ocurriendo esto», ha reconocido Edward Kelley, director del Departamento de Desarrollo y Seguridad de la OMS, que lo atribuye a que en muchos países se cree que esta vía de administración es más efectiva.