EUROPA PRESS.- La oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa ha lanzado una herramienta para ayudar a sus estados miembros a reducir la promoción y el consumo de alimentos ricos en sal, grasas y azúcares entre la población infantil.
Según recuerda la institución en un comunicado, el consumo de alimentos con un elevado contenido energético tiene un impacto perjudicial para los niños, ya que promueve la iniciación en hábitos alimenticios poco saludables y favorece el sobrepeso y la obesidad a edades tempranas, con el consiguiente riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas.
A pesar de los avances de muchos países europeos, las restricciones de la publicidad de estos alimentos sigue estando «por debajo de lo deseado», defiende este organismo de Naciones Unidas, que lo atribuye a las dificultades para detectar los alimentos que deben restringirse.
Para ello, han desarrollado un modelo que determina la composición nutricional de cada grupo de alimentos de cara a saber si su consumo debe desaconsejarse en la edad pediátrica.
La herramienta recopila diferentes categorías de alimentos en función de su publicidad, incluyendo refrescos, cereales azucarados, galletas, bollería industrial, comida rápida y preparada.
«Teniendo en cuenta la actual epidemia de obesidad infantil que afecta a Europa, no hay justificación para defender la comercialización de productos que tienen poco valor nutricional y favorecen dietas poco saludables», ha defendido Gauden Galea, director de Enfermedades no Transmisibles y Promoción de la Salud de este organismo.
Además, este modelo, que se ha desarrollado en el marco del Plan de Acción de la Alimentación y la Nutrición para 2015-2020, puede adaptarse a la situación legal y patrones de consumo de cada país.