La Asamblea Mundial de la Salud, máximo órgano ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha aprobado una resolución en la que solicita vacunas más asequibles y mayor transparencia en los precios de las vacunas. La resolución, que se ha tomado dentro de la Cumbre que se ha celebrado en Ginebra, fue adoptada por todos los estados miembros, manifestando su apoyo a la resolución y la preocupación por los altos precios de las vacunas durante las deliberaciones.
La OMS ha recomendado una mayor transparencia de los precios de la vacuna como un paso clave hacia la mejora de la accesibilidad. Muchos países expresaron la necesidad urgente de la resolución, diciendo que cualquier retraso en su adopción conduciría a más niños que mueren de enfermedades prevenibles por vacunación.
Según señalan desde Médicos Sin Fronteras (MSF), esta decisión rompe los esquemas sobre este asunto ya que se trata de una de las primeras ocasiones en las que más de 60 países se posicionan públicamente en contra de los altos costes de las vacunas y la falta de transparencia sobre sus precios.
Al respecto, el director ejecutivo de la Campaña de Acceso de MSF, el doctor Manica Balasegaram, considera que, «si bien es positivo ver los países que se levanta por la salud de su pueblo, sino que también refleja la triste realidad de que las vacunas son cada vez más demasiado caro para una gran parte de la población mundial».
«Si los gobiernos no toman medidas concretas para abordar precios de las vacunas, serán cada vez más obligados a tomar decisiones difíciles sobre qué enfermedades que pueden y no pueden darse el lujo de proteger a sus hijos contra», añade.
Este es precisamente una de los objetivos de la ONG, que espera conseguir vacunas más accesibles para los países en vías de desarrollo. Con esta intención, MSF publicó en enero el informe sobre los precios de las vacunas: ‘La mejor vacuna: por un acceso sin barreras a vacunas asequibles y adaptadas’ donde mostraba que, en los países pobres, el precio de la inmunización completa es hoy 68 veces más alto que en 2001.
«Esto se traduce en que muchos países no pueden pagar el alto coste de vacunas como las que se emplean contra las enfermedades neumocócicas que causan la muerte de alrededor de un millón de niños al año en todo el mundo», recuerdan.
Asimismo, desde abril tiene en marcha una campaña mundial para instar a las compañías farmacéuticas GlaxoSmithKline (GSK) y Pfizer a que reduzcan el precio de la vacuna neumocócica en países en desarrollo a 5 dólares (4,65 euros) por niño, para que más menores puedan ser protegidos frente ante esta mortífera bacteria.
Mayor transparencia
«Los países se sienten frustrados de que son incapaces de proteger a sus hijos debido a los altos precios de la vacuna. El poder está en manos de los países para aumentar la accesibilidad al mejorar colectivamente la transparencia de los precios pagados a nivel nacional», señala el responsable de MSF.
Desde la organización señalan que una de las razones por qué las vacunas son tan costosas está vinculado al hecho de que muy poca información sobre los precios está disponible al público, dejando a muchos países en desarrollo y los organismos humanitarios para negociar con las empresas farmacéuticas en la oscuridad.
Con esta resolución, «los países han hecho un llamamiento claro que se necesita más acción. Tenemos que poner la salud pública antes del lucro: vacunas que salvan vidas para los niños no deben ser un gran negocio en los países pobres», concluye Balasegaram.
MSF espera que los gobiernos utilicen este impulso para garantizar que los precios sean comunicados públicamente, y que esta llamada sea escuchada por las compañías farmacéuticas y expertos mundiales de salud en todo el mundo, «dando lugar a un esfuerzo concertado para reducir los precios».