GEMA ROMERO/DAVID RUIPÉREZ.- El presidente de Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), Carlos Rus, ha rechazado en una reunión de la CEOE la futura ley de ratios de enfermería, que establece un número de enfermeras adecuado a las necesidades de los pacientes y acorde a la media europea. Para Rus se trata de una ley “inasumible para la sanidad pública y privada, con la diferencia de que la pública no será sancionada por incumplirla, pero la privada sí”. Unas declaraciones que han sorprendido e inquietado al Consejo General de Enfermería.
Para el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, resulta absolutamente incomprensible la postura adoptada por ASPE porque va en contra de las necesidades asistenciales de los pacientes e incluso de su seguridad y calidad asistencial. Y en este sentido, el presidente de las 316.000 enfermeros y enfermeras ha recordado que “existe numerosa evidencia científica que demuestra que disponer de una ratio adecuada de enfermera/paciente mejora la supervivencia de los pacientes, así como su seguridad, su media de estancia hospitalaria y la calidad de su asistencia. En definitiva, más enfermeras supone más vidas salvadas y menos sufrimiento para el paciente.
También genera estupefacción que el señor Rus asegure que es inasumible para la Sanidad -ni pública, ni privada- contar con las enfermeras que se necesitan.” ¿Queda en un segundo plano el bienestar de los pacientes? o ¿prefiere que su país esté a la cola de Europa en este terreno?“, se pregunta Pérez Raya. A su juicio, “la prioridad debe ser la calidad asistencial y la seguridad de los pacientes, y para ello es clave mejorar las ratios de enfermeras por paciente en el conjunto de la sanidad española, y en concreto en la sanidad privada. Que la ratio de enfermeras se ajuste a las verdaderas necesidades de cuidados y el nivel de dependencia que presentan los pacientes”.
No son pocas las enfermeras que trabajan en el sector privado que atestiguan que forman parte de plantillas exiguas o reducidas a la mínima expresión, sin posibilidad de cogerse permisos y con una remuneración casi siempre inferior a la de sus compañeras que ejercen en la sanidad pública.
“La pandemia ha puesto todavía más en evidencia que faltan decenas de miles de enfermeras en España y que su distribución no es nada equitativa por comunidades autónomas y resulta del todo incomprensible que la sanidad privada reniegue de una Ley de Ratios que sólo garantiza la seguridad y el bienestar de los pacientes, además de una distribución más proporcional de las enfermeras.” asegura el presidente de las enfermeras españolas.
Para el CGE, el presidente de ASPE se escuda en un argumento erróneo, que en las cifras de enfermeras en muchos países europeos están infladas clasificando como “enfermeras” a profesionales que en España no serían consideradas como tales. “Esta afirmación no se sustenta con la realidad. Resulta lamentable que los representantes de la sanidad privada, una parcela fundamental de este país, un sector empresarial fuerte y que está dándolo todo en la lucha contra la pandemia, reaccionen contra una iniciativa legislativa que beneficia a la sociedad en su conjunto. Es el momento de reflexionar y que expliquen sus argumentos para preferir seguir teniendo un número insuficiente de enfermeras para cuidar a sus pacientes y garantizar su seguridad”, añade Pérez Raya.
“Estamos convencidos de que muchas de las entidades y empresas que se agrupan bajo la Alianza de la Sanidad Privada no comparten los planteamientos de su presidente, porque las cifras son las que son y negar esa realidad no le hace ningún bien a la Sanidad en su conjunto”, concluye.
A ver Sr. Pérez Raya, no se caiga de un guindo. Se pregunta Vd.: ¿Queda en un segundo plano el bienestar de los pacientes? o ¿prefiere que su país esté a la cola de Europa en este terreno?“,A la sanidad privada,igual que a cualquier empresa privada, lo que le importa es el beneficio económico. Nada más. Le importa una higa los pacientes. Estos son el instrumento o la excusa para ganar dinero a costa de la explotación de las enfermeras con salarios bajos. Habrá enfermeras que estén a gusto en la privada, por las razones que sean. Pero en cuanto tienen oportunidad de pescar en caladeros económicos de la sanidad pública escapan como un rayo.