A.ALMENDROS.- Un estudio, publicado en la revista Nature Communications, demuestra que la perfusión hepática da una segunda oportunidad a los hígados de donantes que de otro modo habrían sido rechazados. La investigación concluye que 7 de cada 10 podrían usarse después de solo 4-6 horas de evaluación con esta técnica.

Este hallazgo podría tener implicaciones significativas en la lista de espera de trasplante de hígado y la puesta en servicio de servicios locales de trasplante.

La enfermedad hepática crónica en el Reino Unido está aumentando anualmente, como resultado de la obesidad y el uso indebido de alcohol que causa aproximadamente 8.500 muertes por año. En todo el país, un tercio de los hígados donados no cumplen con los criterios de trasplante deseados y no llegan a usarse.

Los pacientes con enfermedad hepática en etapa terminal, un trasplante es la única esperanza de supervivencia. En cambio, la demanda supera con creces el suministro. Según el último informe de sangre y trasplantes del NHS (Servicio Nacional de Salud de Reino Unido), hasta el 20% de las personas que esperaban una operación de trasplante murieron o fueron retirados de las listas de espera debido a problemas de salud.

La proporción de hígados de donantes de alto riesgo con antecedentes de abuso de alcohol, obesidad o personas mayores con comorbilidades cada vez es mayor, y esto supone peor calidad del órgano y presenta un riesgo para los receptores. En consecuencia, la mayoría no se trasplanta. Ahora, expertos del Centro de Investigación del Hígado y Gastrointestinal de la Universidad de Birmingham, el Hospital de la Universidad de esta ciudad y el Centro de Investigación Biomédica NIHR Birmingham han descubierto que tras tratar el órgano durante 4-6 horas con perfusión de máquina normotérmica permite un trasplante exitoso en el receptor. “El trasplante de hígado es uno de los procedimientos quirúrgicos más avanzados, pero hasta ahora, no había ningún medio objetivo que evaluara la idoneidad del donante. Este estudio, que ha validado la investigación preclínica y los criterios de viabilidad, puede guiar a los equipos de trasplante”, explica Hynek Mergental, profesor de la Universidad de Birmingham.
“El principal objetivo de este ensayo clínico era garantizar la seguridad de los pacientes al mismo tiempo que ampliábamos la utilización de un hígado que consideramos por debajo del nivel óptimo”, añade Darius Mirza, investigador principal y cirujano de trasplantes del Hospital de la Universidad de Birmingham.

Thamara Perera, cirujana del mismo centro, asegura que “la supervivencia observada al 100% de los participantes del estudio después del trasplante fue tranquilizadora y proporcionó a nuestros pacientes y al equipo quirúrgico la confianza para implementar y ampliar aún más este enfoque, que ahora ayuda a los pacientes más enfermos que están en lista de espera a someterse a un trasplante antes y de manera más segura”.

El envejecimiento de la población provoca que la calidad de los hígados donados disminuya y “creemos que en un futuro cercano las máquinas de perfusión facilitarán las intervenciones terapéuticas para mejorar la viabilidad del hígado. Esperamos poder recuperar incluso más del 70% de los órganos, incluidos los hígados de donantes con abuso de alcohol u obesidad conocidos”, argumenta Simon Afford, profesor de inmunobiología hepática en el Instituto de Inmunología e Inmunoterapia de la Universidad de Birmingham.