NADIA OSMAN GARCÍA.- Detrás del rostro tranquilo de Juan Antonio Ramos Fernández se encuentra un enfermero onubense de 45 años con amplio bagaje profesional que, además, es entrenador nacional de atletismo, y su lado más solidario le lleva a colaborar actualmente con dos oenegés. Aunque no sólo eso, ya que desde junio de este año asume un cargo de responsabilidad: la Dirección de la UGC de Cantillana.
Su vida ha cambiado de rumbo...
He asumido la dirección de la UGC de Cantillana y la coordinación de cuidados de la misma, además de guardias en los puntos de urgencia de la zona.
¿A qué se ha debido?
Presenté el proyecto de gestión para asumir la dirección de la UGC de Cantillana, porque creo que puedo aportar una nueva visión, una nueva forma de liderazgo y mucho esfuerzo y trabajo, además de sentir el respaldo de compañeros y superiores. El proyecto gustó y recibí el correspondiente nombramiento.
¿Desde cuándo?
Empecé el 27 de mayo de este año, aunque mi presentación oficial fue el 21 de junio.
¿Cómo ha concebido el nombramiento?
Como un reto personal, con una enorme responsabilidad, como una oportunidad de crecer aún más como profesional, como una forma de seguir aprendiendo, como una forma de tener más herramientas para ayudar a los usuarios y como un deber de respuesta a mis compañeros.
¿Cómo valora el papel de enfermería en la Sanidad?
Enfermería ha demostrado desde sus inicios ser fundamental, no sólo en la curación y recuperación de enfermedades, sino en ser capaz de liderar la promoción de la salud y la prevención de enfermedades, la importancia del acompañamiento a las personas en las diferentes edades y situaciones vitales, los cuidados paliativos, etc.
Enfermería ha tenido que ir creciendo a base de demostrar que tiene un campo propio de conocimiento y actuación. No tenemos complejos de querer ser médicos, pero sí como universitarios, diagnosticar, tratar, participar y decidir en base a nuestra experiencia y formación en los procesos que afectan a la salud de las personas.
A pesar de diferentes frenos en determinados momentos (el último observado es el decreto de Prescripción Enfermera), y ante una sociedad donde se está produciendo un envejecimiento del envejecimiento (como recoge el IV Plan de Salud Andaluz), donde las personas cada vez demandan más y mejores cuidados, Enfermería es la disciplina que mejor conoce y gestiona los cuidados de los usuarios crónicos. También genera un mayor y mejor empoderamiento del paciente a través de escuelas de pacientes, actividades grupales, talleres, etc., y es experta en los cuidados domiciliarios.
Y dentro del área sanitaria se nos pide una especialización cada vez mayor en función del servicio en que trabajemos, dando unos niveles de calidad en la atención que justifican sobradamente que luchemos por un reconocimiento a algunas de esas especialidades. Las matronas son un claro ejemplo de cómo la enfermería se ha hecho un hueco en la sociedad como disciplina propia.
¿Cree que enfermeros/as están debidamente preparados para asumir cargos de responsabilidad?
Creo que con la adecuada formación, sí. Además, para gestionar los esfuerzos de los profesionales, coordinar sus actividades, valorarlas y evaluarlas, y sobre todo, liderarlas, se debe estar al menos igual de implicado que tus compañeros, con una comprensión ajustada de lo que hace y se espera de cada uno, y tener unas ciertas actitudes y aptitudes para ejercer un liderazgo eficaz.
Gestionar los recursos no es ser un experto en cada actividad; lo más importante es favorecer que cada uno haga bien su trabajo, aprovechar lo mejor de cada profesional en beneficio del usuario y del equipo, y poner los conocimientos y esfuerzos propios al servicio de todos.
Por la visión de trabajo en equipo y la capacidad de gestión de recursos que adquieren los enfermeros, en la práctica hay unidades de gestión clínica dirigidas por enfermeras/os que van muy bien, e incluso mejor de lo que iban al ser dirigidas por profesionales médicos, lo que demuestra que como titulados universitarios y con una debida preparación, somos una seria opción a asumir cargos de mayor responsabilidad.
La sociedad en general y los diferentes estamentos, ¿son conscientes del potencial de enfermeros/as no sólo en el ámbito asistencial, sino también en gestión y dirección?
Creo que no son conscientes aún del enorme potencial que tenemos a nivel de dirección, sí de gestión, porque la incalculable labor de la enfermera de enlace, o enfermera gestora de casos, nació de la apreciación efectiva que se hizo de tal evidencia observable día a día en cualquier centro.
¿Es necesario un cambio de visión?
Quizás la mayor resistencia se da entre el personal médico, pero para mí el cambio necesario empezaría por nosotros mismos, y por eso valoro especialmente lo que hace esta revista: ayudar a que cuando los enfermeros dirigen bien salga a la luz, y mostrar el camino al resto de enfermeros para que aquellos que estén motivados no sientan que no están capacitados. Para superar las trabas que nos encontraremos hay que empezar por no ponérnoslas a nosotros mismos, creer en nosotros y luchar por nuestros sueños. Esto se aplica a todo, evidentemente.
¿Qué valor sobreañadido puede aportar enfermería y que quizás la sociedad y los estamentos no son conscientes?
Una visión más humana de la salud, sin lugar a dudas. Nuestro objetivo en la vida es aprender. Si no puedes ayudar a otros, al menos no les hagas daño. Así que si ayudas o acompañas a una persona en su sufrimiento, o si logras que una persona aprenda algo de sus experiencias vitales, y si tú eres capaz de crecer con ellos y de aprender de las tuyas, con sentimientos puros de generosidad y amor, conseguirás una vida más plena para ti y los que te rodean.