REDACCIÓN.- Aquellas mujeres que desarrollan prehipertensión en la etapa final del embarazo son más propensas a dar a luz a bebés con bajo peso o incluso nacidos muertos que las mujeres cuya presión arterial presenta niveles normales, de acuerdo con una nueva investigación recientemente publicado en Hypertension, la revista de la Asociación Americana del Corazón.
Se entiende por prehipertensión aquella presión sistólica entre 120-129 milímetros de mercurio (mmHg), una presión diastólica entre 80 a 89 mm hg, o ambas cosas a la vez. Investigaciones anteriores ya habían relacionado la hipertensión (presión arterial de 140/90 mmHg o superior) con bajo peso al nacer y muerte fetal. Sin embargo, según los autores de este último estudio, se trata de la investigación más amplia dedicada a examinar los cambios de la presión arterial a niveles de prehipertensión en mujeres cuya presión arterial era normal en el comienzo de su embarazo.
«Trabajando como médico clínico en obstetricia, a menudo me encuentro con mujeres con la presión arterial alta en el límite, y yo quería saber si su riesgo de que el feto padeciera efectos adversos había aumentado», ha explicado Anna-Karin Wikström, autora principal del estudio y profesora asociada en la Universidad de Uppsala, en Suecia.
Para llevar a cabo este estudio, los investigadores evaluaron la presión diastólica, que mide la presión en las arterias entre latidos del corazón, y definieron bajo peso al nacer como aquel un 2,5% menor al esperado para la edad gestacional.
En comparación con las mujeres cuya presión arterial se había mantenido normal, los investigadores descubrieron que las mujeres que habían desarrollado prehipertensión en la etapa al final del embarazo (a partir de las 36 semanas) fueron un 69% más proclives a dar a luz a un bebé con bajo peso, y un 70% más propensas a dar a luz un bebé fallecido.
Aquellas mujeres que experimentaron un aumento de 15 puntos o más en la presión arterial diastólica y que desarrollaron prehipertensión tuvieron más del doble de probabilidades de dar a luz un bebé pequeño. Entre todas las mujeres estudiadas (con o sin pre-hipertensión), la probabilidad de tener un bebé pequeño aumento de un 2 % cada vez que la presión arterial diastólica aumentó un punto.
Los investigadores analizaron los registros médicos entre los años 2008 y 2014 de más de 150.000 mujeres en la base de datos obstétrica de Estocolmo-Gotland. Dichos registros incluían lecturas de la presión arterial antes de las 20 semanas, y después de 34 semanas de embarazo. En el estudio se incluyó sólo a mujeres que llevaban 37 semanas o más de embarazo, cuya presión arterial no superó los 140/90 durante ese tiempo y que además presentaban un embarazo monocigótico.
En total, alrededor del 11% de las mujeres desarrollaron prehipertensión. Entre todos los partos, hubo 2.416 bebés pequeños para la edad gestacional lactantes y 194 niños nacidos muertos.
Los investigadores tomaron nota dela edad y el peso de la madre, así como si era fumadora o tenía diabetes, para determinar si estos y otros factores explicaban la conexión que encontraron entre la presión arterial y los resultados del parto. Pero, incluso después de tener todo esto en cuenta, la conexión seguía siendo significativa. Sin embargo, los investigadores hicieron hincapié en que su estudio mostró sólo una asociación, no una relación de causa y efecto entre la presión arterial y los resultados fetales.