MARINA VIEIRA.- Los principales representantes internacionales de la enfermería se han mostrado muy preocupados frente al papel que tiene la profesión de enfermería actualmente en el mundo. Así lo han reflejado en la reunión que ha tenido lugar en el Consejo General de Enfermería entre representantes de la Organización Colegial y el Consejo Internacional de Enfermeras (CIE).

El presente y el futuro de la enfermería en España y el mundo, las prioridades de la profesión o los objetivos a perseguir en los años venideros han sido los temas principales que se han tratado en la reunión con Judith Shamian, presidenta del Consejo Internacional de Enfermeras y Pierre Théraulaz director general en funciones del CIE.

Shamian ha realizado una evaluación sobre qué necesita España en torno a la enfermería y su opinión ha sido firme “las enfermeras tienen que formar parte en la toma de decisiones a nivel gubernamental y político, tenemos la ciencia, tenemos el conocimiento, tenemos el compromiso de cuidar. Sin embargo las enfermeras en el mundo no están en la toma de decisiones y deberían estarlo”, algo que recalcaba en sus declaraciones Pierre Théraulaz “las enfermeras deben llegar al puestos de responsabilidad política”.

Jose Ángel Rodríguez - vicepresidente tercero del CGE, PIlar Fernández vicepresidenta primera del CGE, Judith Shamian, presidenta del Consejo Internacional de Enfermeras, Máximo González Jurado - Presidente del CGE. Pierre Théraulaz director general en funciones del CIE y Florentino Pérez- Raya vicepresidente segundo del CGE

De izquierda a derecha: Jose Ángel Rodríguez, vicepresidente tercero del CGE; Pilar Fernández, vicepresidenta primera del CGE; Judith Shamian, presidenta del Consejo Internacional de Enfermeras: Máximo González Jurado, presidente del CGE; Pierre Théraulaz, director general en funciones del CIE y Florentino Pérez- Raya vicepresidente segundo del CGE.

La presidenta del CIE ha mostrado además su opinión sobre el derecho de los enfermeros a prescribir medicamentos. “La prescripción enfermera es buena para los ciudadanos y es buena para la economía. La realidad es que en los países donde se permite prescribir medicamentos a los enfermeros, no existe ningún tipo de queja porque las enfermeras están correctamente preparadas para realizarlo. El Gobierno debería explicar la razón por la que no está desarrollando leyes que son buenas para los ciudadanos y necesarias para el sistema sanitario”.

También ha realizado una valoración genérica del papel de la enfermería y su rol actual. A pesar de querer ser optimista cuando habla de la situación de la profesión en el mundo “en algunos países como Irlanda se ha observado cierta mejora de la profesión, tras superar la crisis económica” considera que “aún queda un largo camino por recorrer, tanto para que las enfermeras consigan las condiciones laborales que deberían tener, como para el reconocimiento de la profesión” y la colaboración conjunta entre organizaciones internacionales y nacionales o la necesidad de que los gobiernos desarrollen políticas específicas para la mejora de la profesión enfermera. Todos estos son los puntos clave para avanzar hacia una profesión más justa. “los gobiernos tienen que tener claro que una inversión no es un gasto” argumentaba con rotundidad cuando exigía a los mandatarios desarrollar un plan para suplir la falta de enfermeras en el Sistema Nacional de Salud.

Una reunión “excelente y muy productiva donde se han llegado a grandes conclusiones y formas de continuar con nuestra fuerte relación de colaboración”. Culminaba diciendo la presidenta de la organización internacional enfermera, refiriéndose al encuentro con los representantes del Consejo General de Enfermería.