*Este reportaje se grabó antes de la pandemia por COVID-19.
ALICIA ALMENDROS.- Miguel Ángel Barbas, enfermero de la Unidad de Heridas del Hospital de Guadarrama (Madrid) trabaja desde hace más de cinco años en esta consulta y asegura que en los últimos años han aumentado las personas que padecen heridas. “Pero es cierto que cada vez la población es más mayor. Hace unos años tener un paciente de 100 años no era lo común, en cambio, eso ha cambiado. El año pasado, por ejemplo, tuvimos unos 70 pacientes por encima de los 100 años. Por tanto, las herias aumentan a medida que estas estadísticas suben”, resalta el enfermero.
La actividad en esta consulta empieza a primera hora de la mañana. “En primer lugar solemos ver a los pacientes que viene de fuera, los que mandan los centros de salud de Atención Primaria y, después, damos asistencia a las interconsultas de los pacientes hospitalizados”, comenta Barbas.
Cuando hablamos de Dermatología la primera figura que se nos viene a la cabeza es la del dermatólogo, pero en estas consultas las enfermeras adquieren un papel fundamental. “Hay pocos médicos dermatólogos que se especialicen en el tratamiento de heridas, ellos suelen dedicarse al tratamiento de lesiones en la piel… En nuestro caso, en enfermería, existe una formación académica donde sí nos especializamos en el tratamiento de heridas y sobre todo de heridas crónicas”, explica el enfermero.
Cuidarse desde jóvenes
La prevención es el mejor tratamiento para estos casos, “pero no podemos hacer prevención con alguien de 70 años. Tenemos que hacer prevención cuando tenemos 30 o 40 años y no esperar a tener un problema años más tarde. Yo, por ejemplo, uso medias de compresión trabajando y no tengo problemas circulatorios. Pero trabajo de pie 14 horas y lo que estoy haciendo es prevención en mi para dentro de 20 años no tener etiología vascular”, resalta.