GEMA ROMERO.- Sólo el 7% de los servicios de prevención llevan a cabo un control sistemático del personal de enfermería que trabaja en oncología en Reino Unido. Además, sólo el 10% de los centros utilizan sistemas cerrados para evitar la exposición a fármacos citotóxicos del personal, o tenían planes para introducirlos. Así se desprende de una investigación realizada por el Instituto de Investigación MindMetre, en la que se señala que la salud de las enfermeras de oncología podría estar en riesgo debido a la falta de seguimiento.
Para Paul Lindsell, director general del Instituto “esta investigación muestra claramente que el riesgo asociado con la contaminación ambiental en los servicios de oncología está en gran medida subestimado por los servicios del Sistema Nacional de Salud (NHS en sus siglas en inglés). Según sus datos resulta imposible estimar los niveles reales de contaminación en el Reino Unido. Para ello se han basado en solicitudes de libertad de información a los servicios de prevención a los que se preguntó acerca de la práctica actual con respecto a las evaluaciones de riesgos, la vigilancia de la contaminación ambiental y la vigilancia de la salud del personal en unidades de día de oncología y quimioterapia.
Sus datos, aunque “anecdóticos” para Richard Henry, presidente de la Sociedad de Enfermería Oncológica de Reino Unido, sí refuerzan la preocupación real de las enfermeras sobre si los vapores o las gotas de fármacos citotóxicos pueden afectar a su salud. Por ello ha señalado a Nursing Times que “se hace necesario realizar un estudio sistemático basado en la evidencia. Si tenemos preocupaciones debemos tener evidencia”, sostiene.
Estudio en España
En nuestro país, el Instituto Español de Investigación Enfermera del Consejo General de Enfermería ya ha puesto en marcha una investigación con profesionales que están en contacto con algunos medicamentos peligrosos para comprobar hasta qué punto están expuestos a determinadas sustancias potencialmente peligrosas para la salud.
El estudio analizará muestras de orina de los profesionales y, si se demuestra que la seguridad de los trabajadores no está garantizada mediante los medios de protección necesarios y los protocolos adecuados, se exigirá a todas las Administraciones Públicas que se tomen la medidas pertinentes para que ningún profesional sanitario ponga en riesgo su salud en el puesto de trabajo. Si el estudio prueba una relación entre las enfermedades y la exposición a determinadas sustancias sin las medidas de seguridad precisas, los profesionales estarán en todo su derecho de reclamar en los Tribunales ante el empleador –público o privado- y la Organización Colegial de Enfermería les brindará todo su apoyo.
El Instituto de Investigación está contactando con los enfermeros que trabajen o hayan trabajado con estos fármacos, especialmente si experimentan o han experimentado problemas de salud. Se ha habilitado asimismo una vía de contacto – la dirección de correo electrónico info@ieinstituto.es– para los profesionales de cara a que trasladen su caso y circunstancias a los investigadores del instituto.