RAQUEL GONZÁLEZ ARIAS.- Mario Ortega López es médico especialista de la Unidad de Coloproctología y Cirugía Colorrectal de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid. Con él, hablamos de cuáles son actualmente las opciones que ofrece la cirugía a los pacientes con incontinencia fecal y de qué hacer cuando “todo” falla. Esta microentrevista forma parte de la serie que con motivo de la Semana Mundial de la Continencia (15 – 21 de junio) el Consejo General de Enfermería junto a las asociaciones de pacientes ASIA (Asociación Incontinencia Anal) y grupo IFE (Incontinencia Fecal España) y la colaboración de Coloplast han puesto en marcha para visibilizar este problema y las soluciones de que disponen estos pacientes.
-¿Cuáles son actualmente las opciones quirúrgicas más eficaces en el manejo de la incontinencia fecal?
-Dentro de todas la variedades de tratamientos quirúrgicos que hay y que cada vez son más -en los últimos años, han surgido muchas nuevas técnicas-, sí podríamos decir que, fundamentalmente, son tres o cuatro las que más manejamos los cirujanos colorrectales. Cuando se trata de un paciente incontinente con lesión de esfínteres y es una lesión de esfínter interno, lo que denominamos ‘bulkin agents’ es una técnica muy empleada. Cuando lo que hay es una lesión del esfínter externo, lesiones extensas que provocan incontinencia, los cirujanos creemos que la esfinteroplastia, la cirugía reparadora del esfínter, sigue teniendo un lugar importante. Pero, después, hay un gran número de incontinencias en los que no hay lesión de los esfínteres o había lesión y han sido reparados. Estas son incontinencias difíciles de reparar, aunque hoy, afortunadamente y desde hace 20 años, el gold estándar es la neuromodulación sacra, que tiene unos resultados excelentes.
-¿Qué sucede si una de estas opciones fracasa?
-Hoy, disponemos de unos sistemas de irrigación, de lavados de colon, que los pacientes realizan en casa y cuando ha fallado lo anterior estamos recurriendo a ello. El sistema de irrigaciones no es que sea muy moderno, pero ha mejorado mucho la técnica mediante el sistema Peristeen®, un sistema con una bomba y un tanque de agua que nos proporciona un lavado de colon. Está ofreciendo resultados muy buenos a pesar de ser una técnica tan antigua y tan sencilla y nos viene muy bien. Y si esto falla, pasamos ya a técnicas más complicadas como la graciloplastia y, muchas veces, hay que acabar en la propia colostomía.
-La irrigación transanal es todavía un sistema bastante desconocido, sin embargo, como decía, ofrece muchas ventajas, ¿cree que pronto se extenderá teniendo en cuenta sus resultados?
-Estoy seguro de ello. Se utiliza poco porque se creía que su utilidad no era tan grande como estamos viendo ahora, sobre todo, teniendo en cuenta que ya no hablamos de la irrigación antigua con aquella famosa ‘pera’ sino un sistema más sofisticado y cómodo que permite al paciente hacerse un lavado de colon en su cuarto de baño. Hace años, yo era un incrédulo, pero he visto que los pacientes están encantados, no son todavía muchos, pero la satisfacción alcanza el 80-90%.
-¿Qué le diría a aquel paciente que cree que su incontinencia no tiene solución y no se atreve a consultar?
-Le diría dos cosas. Primero, que en la actualidad la incontinencia fecal es una de las patologías en las que han surgido más técnicas en muy poco tiempo. Hemos pasado de no tener prácticamente medios terapéuticos para solucionar el problema a que ahora nos sobran. Tenemos un problema de algoritmo para el manejo de ellos. La gran ventaja es que podemos ofrecer a estos pacientes muchas opciones y que, además, no son excluyentes sino complementarias. Es decir, podemos utilizar una técnica y si no va bien recurrir a otra y así hasta conseguir la que mejor se adapta a ese paciente. Siempre daremos con algo que a un paciente le mejore. Están naciendo nuevas técnicas que complementan las que ya tenemos y eso es una gran ventaja. La incontinencia era algo que hace unos años no nos gustaba nada a los cirujanos colorrectales, ere ese gran ‘punto oscuro’ de nuestra especialidad, mientras que hoy se ha convertido en una patología de más sencillo manejo con una gran variedad de tratamientos que los profesionales debemos conocer para ofrecer a los pacientes ese camino de esperanza que antes no tenían.