GEMA ROMERO.- La sexualidad es tan inherente al ser humano como comer o respirar. Sin embargo, todavía siguen existiendo multitud de prejuicios y tabúes sociales al respecto, también en el ámbito de la enfermería. Por ello, la Asociación Estatal de Estudiantes de Enfermería ha celebrado en la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid) su XXX Congreso en el que el lema elegido ha sido “La sexualidad, una cuestión enfermera”, en el que han abordado el tema no sólo desde el aspecto biológico, sino también del psicosocial.
Así, con la ayuda de grandes expertos en la materia han analizado diferentes aspectos de la sexualidad en casos de cáncer de mama, en geriatría o en la atención a las víctimas de violación. “Creímos necesario que los estudiantes tuvieran una base para que pudieran también ver esa parte de la persona, para ver a la persona de forma completa, de forma holística, para mejorar el cuidado. No podemos olvidar que somos futuros profesionales de enfermería, que tratamos a las personas y tenemos que tratar también estos temas”, explica Rocío Alfaro, presidenta del comité organizador del congreso.
Como añade Eneko Armendáriz, presidente de la Asociación Estatal de Estudiantes de Enfermería, “es un tema en el que tanto en la universidad como en la sociedad no se trata con la suficiente profundidad. Hay muchos temas o subtemas dentro de la sexualidad que no se tratan. Hay temas en los que si no los entendemos de primera mano y no sabemos actuar ante ellos nos supone un problema a la hora de cuidar”.
Por ello, y de una forma alternativa, sin la presión de los exámenes, los estudiantes de Enfermería han podido conocer de primera mano, cómo puede ayudar la enfermería a las mujeres y sus parejas que pasan por un cáncer de mama. Así, han contado con el testimonio de Teresa Terrén, sexóloga de la Fundación más que ideas, y de una paciente con cáncer de mama. Ambas han colaborado en la elaboración del libro de la Fundación “En el amor y en el cáncer”, el único libro específico que existe para las parejas de los pacientes con cáncer. Para Terrén “las enfermeras realizan un papel fundamental con estas pacientes y sus parejas. No sólo a la hora de detectar problemas sino también para recomendarles cómo solucionarlos, por ejemplo, con la utilización de lubricantes vaginales”.
Sexualidad en geriatría
Los ancianos son un colectivo especialmente ignorado en materia de sexualidad. Aquí impera, según los propios asistentes al congreso, un doble tabú, el del paciente que no habla del tema, pero también el del propio profesional sanitario que también se resiste a preguntar. Para Susana Cabrera enfermera de urgencias en el Hospital de La Princesa y profesora de la Universidad Rey Juan Carlos, la sexualidad no tiene edad, “es una necesidad más de la persona, igual que respirar y cuando recibes a un paciente igual que le preguntas por su dieta, o por su estilo de vida, también hay que adentrarse en el tema de la sexualidad, que es muy complejo, no es sólo las relaciones sexuales, también es la afectividad”.
Como explica Cabrera, en el anciano y en el paciente geriátrico, que no son lo mismo, surgen nuevos diferentes problemas sexuales, “derivados de los cambios fisiológicos propios de la edad, pero también con la jubilación o cuando enviudan y encuentran una nueva pareja”, aspectos todos ellos que también tiene que tener en cuenta la enfermería
Agresión sexual
Especialmente delicada es la atención a víctimas de agresión sexual, incluyendo la violación. Para Elena Casado, profesora de sociología, “existen muchas ideas falsas en torno a las agresiones sexuales, que debemos desterrar para atenderlas bien”. Así ponía como ejemplo el que los agresores son siempre desconocidos, cuando la realidad es a la inversa, en la mayoría de los casos son amigos o familiares, las víctimas pueden tener cualquier edad, el violador no es un enfermo mental, y desde luego son mucho más frecuentes de lo que nos pensamos. Y daba una cifra escalofriante: “Los datos europeos nos dicen que una de la cinco mujeres ha sufrido una iniciación sexual forzada, una de cada cinco, y eso es una barbaridad”.
“Una agresión sexual es que algo ha hecho con mi cuerpo algo que yo no quería. Cuando entras a urgencias muchas veces las frases que me dicen los profesionales son las mismas: si te estás quieta no te duele, si te estás quieta tardamos poco…”. Para ello Casado recomienda que los profesionales deben hacer un esfuerzo y “devolverle a la persona que ha sufrido el ataque su libertad”, informarle de lo que deben hacer y que en cualquier momento les pueden pedir que pare. A este respecto considera que falta mucha sensibilización “y eso que la enfermería está mejor preparada que otros profesionales –sostiene– aunque hay mucho trabajo pendiente todavía en materia de sexualidad en general”.
En este ámbito la enfermería puede contribuir a formar a la población, desde la infancia, desde las consultas del niño sano, “en la imagen corporal, en una relación con el cuerpo más amable, y en un respeto a la libertad del otro”, señala Casado. Algo a lo que también pueden contribuir congresos como este, en el que durante tres días, más de 300 estudiantes de Enfermería de toda España han participado en talleres, ponencias y concursos donde también han podido profundizar en otros aspectos como la prevención de enfermedades de transmisión sexual como el VIH/Sida, cómo detectar el abuso infantil o introducir la sexualidad en la práctica profesional.
2 Comentarios
Mªª Cristina Garzón Melón
Me paraece muy interesante el tema a debatir
Mªª Cristina Garzón Melón
Me han pedido que imparta un curso de educación sexual a mujeres de 60 años, me podrias aconsejar publicaciones?. gracias, un saludo