GEMA ROMERO.- La soledad y el aislamiento social están vinculados a un aumento del riesgo del cerca del 30% de tener un accidente cerebrovascular o desarrollar enfermedad arterial coronaria. Se trata de las dos principales causas de enfermedad y muerte en los países de altos ingresos, según un análisis de la evidencia disponible publicado en la edición digital de la revista Heart.
Este efecto es comparable, según los resultados, al de otros factores de riesgo conocidos, como la ansiedad y un trabajo estresante. La soledad ya se había relacionado con un sistema inmune comprometido, presión arterial alta y en última instancia, la muerte prematura, pero no está claro el impacto que podría tener sobre la enfermedad cardiaca y el riesgo de apoplejía.
Así, investigadores de la Universidad de Nueva York, en Estados Unidos, escrutaron 16 bases de datos de investigación para detectar estudios pertinentes, publicados hasta mayo de 2015, y encontraron que 23 eran elegibles. Estos trabajos, que involucraron a más de 181.000 adultos, con 4.628 con eventos de enfermedad coronaria (ataques al corazón, ataques de angina de pecho, muerte) y 3.002 accidentes cerebrovasculares registrados durante periodos de monitorización de entre 3 y 21 años.
El análisis de los datos agrupados demostró que la soledad/el aislamiento social se asoció con un aumento del riesgo del 29% de un infarto de miocardio o angina de pecho y un mayor riesgo del 32% de sufrir un derrame cerebral. Este efecto fue comparable al de otros factores de riesgo psicosociales reconocidos, como la ansiedad y la tensión en el trabajo, según el análisis.
Sin conclusiones definitivas
Se trata de un estudio observacional, por lo que no hay conclusiones definitivas que puedan extraerse acerca de la causa y el efecto, además de que los investigadores señalan que no fue posible excluir el potencial impacto de otros factores no medidos o causalidad inversa, en la que las personas con enfermedad no diagnosticada eran menos sociables, por lo que se inflan los resultados.
Sin embargo, los hallazgos respaldan las preocupaciones de salud pública acerca de la importancia de los contactos sociales para la salud y el bienestar, dicen los investigadores. «Nuestro trabajo sugiere que el tratamiento de la soledad y el aislamiento social puede tener un papel importante en la prevención de dos de las principales causas de morbilidad en los países de altos ingresos», sostienen.
La soledad en España
Más de cuatro millones de españoles –cerca de uno de cada diez– afirman sentirse solos, según el informe «La soledad en España», promovido por la Fundación Axa y Once y publicado en septiembre de 2015. El estudio, dirigido por el profesor Juan Díaz y coordinado por María Morenos, midió por primera vez el sentimiento de soledad que tienen los españoles, en lugar de centrarse en el número de personas que viven solas. Y desmiente que vivir solo implique necesariamente sentir soledad.
Como señala el estudio, “se puede estar socialmente activo y no sufrir soledad, y se puede estar socialmente acompañado y sentirse solo”. Algo que se pone de manifiesto cuando el 27,5% de los 1206 encuestados que viven solos aseguran no sentir soledad mientras que el 52,6% de los que viven acompañados sí que lo han sufrido en algún momento.
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