DAVID RUIPÉREZ-. La intención de la Consejería de Sanidad de Cataluña de regular por su cuenta la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos y productos sanitarios por parte de las enfermeras ha despertado sorpresa e inquietud entre los profesionales, pues este llega en un momento en el que, ante lo inaplicable y lesivo que es el actual decreto aprobado en 2015 por el PP, organizaciones médicas y enfermeras a nivel nacional trabajan conjuntamente en una modificación del mismo que genere consenso entre ambas profesiones sanitarias.
El consejero catalán del ramo, Toni Comín, presentó el pasado viernes las líneas maestras de un decreto autonómico como solución al conflicto que arrastra la enfermería desde hace ya demasiado tiempo. Sin embargo, el anuncio de Comín no es sino una declaración de intenciones que llevará meses de trabajo hasta transformarse en un texto legislativo que pueda votarse en el Parlamento autonómico. De lo anunciado ante los medios de comunicación se extrae que este decreto catalán establecerá como requisito imprescindible para la prescripción de medicamentos tres claves: el diagnóstico y la posterior prescripción médica continua -tal y como se introdujo en el Real Decreto estatal de prescripción- y el requisito imprescindible de que los enfermeros y enfermeras cursen una de formación específica, aunque todavía se desconoce en qué consistirá.
Sin embargo, mientras lo expuesto se transforma en un texto articulado concreto, Gobierno central y representantes de los profesionales médicos y enfermeros avanzan hacia un posible pacto de una redacción nueva del artículo 3.2 del decreto, una modificación que acabe de una vez con el bloqueo laboral de los enfermeros y a la vez cuente con el beneplácito de las organizaciones de médicos.
Por ello, desde el Consejo General de Enfermería, su presidente, Máximo González Jurado en declaraciones recientes ha manifestado que “entendemos que detrás de esta iniciativa desarrollada por Cataluña hay una intención loable para intentar resolver un grave problema de inseguridad jurídica existente en España desde la aprobación del Real Decreto de prescripción enfermera; cuyo artículo 3.2, además de ser de imposible aplicación, coloca a los enfermeros en una situación tremendamente injusta y peligrosa. Por ello, es importante reconocer la sensibilidad demostrada con la enfermería para ayudar a resolver este grave problema y desbloquear la situación originada por la norma estatal”.
No obstante, ha sorprendido el hecho de que sea precisamente ahora cuando Comín anuncie su proyecto sabiendo que las organizaciones de representación estatal de médicos y enfermeros se encuentran inmersas en un proceso de diálogo y negociación. Además, hace menos de dos semanas, el consejero catalán conoció de primera mano todos los detalles de este proceso cuando asistió en el Ministerio de Sanidad a la reunión del Consejo Interterritorial donde se acordó –por unanimidad- delegar la resolución del conflicto de la prescripción en el Foro de las Profesiones Sanitarias.
Bien hecho, todos deberían hacer lo mismo ..Mucha negociación para después nada de nada…
Bueno, pues a ver quién consigue algo de una vez por todas, porque muy buenas palabras y muchas negociaciones, pero hechos prácticos de momento nada, ni aquí ni allí!!
Enfermería, con el curso de prescripción adecuado (una buena población de Enfermeros , ya hemos realizado uno y bloqueado otro segundo) debería estar capacitada para prescribir cualquier medicamento no sujeto a especialidad. Si es especialista debería tener acceso a los beneficios profesionales adecuados y siempre en el plano de la prevención de enfermedades, o desarrollo de las mismas. Y como tal, con medios para prescribir sobretodo los consejos derivados del mundo holistico, con todas sus variables y variantes. Enfermería: apoyo preventivo,. Medicina: apoyo curativo. Fácil.
Ya era hora que desde los diferentes estamentos político se manifestase el compromiso de corregir el Real Decreto (RD) que tan desafortunadamente aprobó el PP. Ahora bien, pienso que las acciones descritas siguen sin adecuarse a la realidad asistencial y competencial de nuestro colectivo. Es evidente que como profesionales de la salud debamos actualizar nuestras competencias mediante la formacion continuada, pero sigo sin entender porque debemos aceptar una formacion especifica como requisito para poder prescribir medicamentos cuando nuestra formacion base ya nos acredita competencias en farmacología. Por otra parte, creo que la falta de celeridad/interés que se está evidenciando para la corrección del actual RD está dejando de manifiesto que deben existir otros intereses político/asistenciales que justifiquen el que se anteponga un RD sin sentido ni razón a las necesidades de los pacientes y a la realidad asistencial de nuestro sistema sanitario. El RD vigente nos obliga a seguir instalados en un conflicto asistencial/legal que, en el caso cumplirse rigurosamente, dejaríamos a los pacientes, en la mayoría de la casos, desprotegidos y con riesgo para su vida.
A los madrileños todo lo que sea configurar algo en lo que ellos no intervengan les molesta. ¿Cuando van a comprender que en muchas autonomías estamos hartos de las decisiones centralistas prepotentes y monárquicas tomadas por el consejo de enfermería.
LIBERTAD YA! Madrileños, dejad de meter las narices en todo, que no somos colonias vuestras. Respeto a Catalunya, Euskadi y Galiza. Y la capital de España la decidimos entre todos, que aún está sin consensuar. Y si no… ¡independencia!!
Galiza ceibe!