EUROPA PRESS.- El último paciente con ébola de Liberia ha abandonado este jueves el hospital en medio del júbilo y la alegría de sus familiares y amigos, un año después de que el país de África Occidental registrara su primer caso de esta mortífera enfermedad.
Liberia no ha registrado ningún nuevo caso de ébola en los últimos trece días, pero sólo podrá ser declarado libre de la enfermedad después de que pasen 42 días, el lapso que es el doble del periodo normal de incubación del virus.
Vestida con una camiseta naranja, una feliz Beatrice Yardolo ha saludado a una pequeña multitud congregada frente al centro chino de tratamiento contra el ébola en el suburbio de Paynesville, en Monrovia, donde llevaba dos semanas hospitalizada.
Los trabajadores sanitarios chinos le han felicitado y le han dado un ramo de flores rojas y un certificado de superviviente, ante la atenta mirada de soldados del Ejército de Liberación del Pueblo.
«Estoy muy agradecida al centro de tratamiento chino y a Dios de que he vivido para ver este día. No sabía que lo conseguiría», ha declarado Yadrolo, que vive en el suburbio de Saint Paul’s Bridge.
Yadrolo ha perdido a tres hijos por el virus. Se cree que la familia contrajo la enfermedad a través de su hijo, que se contagió trabajando como higiénico dental. «Me siento feliz. Me siento como si nuestro país estuviera llegando al final de un horrible periodo», ha declarado su hijo, Joel Yadrolo.
«Hoy es un gran día para nuestro país. Cuando las noticias eran malas, informábamos de las malas noticias. Hoy estamos aquí para resaltar las buenas noticias», ha afirmado el responsable de respuesta frente al ébola de Liberia, Tolbert Nyenswah.
Sin embargo, Nyenswah ha llamado a los liberianos a seguir observando las estrictas medidas impuestas para erradicar la enfermedad, subrayando que todavía hay más de 100 contactos con ébola bajo vigilancia.