ÁNGEL M. GREGORIS.- ¿Cuál es el papel de la Universidad con la enfermería comunitaria? ¿Las prácticas deben ser exclusivas en los centros de salud? ¿Qué visión tienen los alumnos de la especialidad? ¿Hay que potenciar la investigación en este ámbito? Estas son sólo algunas de las preguntas a las que se han dado respuesta durante la primera mesa redonda del V Congreso Internacional y XI Nacional de la Asociación de Enfermería Comunitaria, que se celebra estos días en Murcia, y en el que se ha resaltado la importancia de la diversidad docente en el auge de la especialidad.
“La universidad tiene que dar a cada momento la versión más adecuada de la profesión. Si las necesidades de la sociedad cambian, si el entorno cambia, si las circunstancias del sistema sanitario cambian, lo tiene que recoger la universidad porque la formación de ese nuevo profesional debe adaptarse a esa nueva necesidad. Eso lo tiene que hacer al 50 por ciento con el sistema sanitario, que es donde hacen las prácticas. Tenemos que evitar esa lejanía, acercándonos y haciendo proyectos en común”, ha resaltado Rosa María Alberdi, decana de la Facultad de Enfermería de Islas Baleares. Asimismo, ha destacado la necesidad de “re-conocerse el sistema sanitario y sistema educativo para tratar conjuntamente esa responsabilidad de formar a los nuevos profesionales”.
Por su parte, Marina Rueda, vicepresidenta de la Asociación Estatal de Estudiantes de Enfermería, ha considerado “muy importante abordar el enfoque docente y asistencial juntos, es decir la importancia que tiene que trabajen los tutores clínicos con nuestros profesores”.
En esta misma línea se ha manifestado María Dolores Flores, profesora de Enfermería Comunitaria de la Universidad de Murcia, que ha aseverado que “la docencia no se puede separar de la asistencia y, sobre todo, en el campo enfermero”.
“Hubo disciplinas que cuando se puso en marcha el grado, tuvieron que engancharse para conectar su teoría con la práctica y, sin embargo, nosotros llevamos años y años que hemos confiado en la asistencia para poder formar enfermeras. Es necesario apoyar el desarrollo de más profesores asociados clínicos que entren por derecho propio en el campo académico”, ha subrayado Flores.
Durante casi dos horas se ha debatido sobre los retos y los objetivos de la especialidad, que, tal y como ha recalcado Julio Fernández, presidente de la Conferencia Nacional de Decanos/as de Enfermería, es para la enfermería en general que “necesitamos trascender, brillar en la sociedad e impactar, porque la entidad profesional y el rol social que tenemos, todavía no es la que merecemos”.
Además, se ha puesto de manifiesto la importancia de que desde la universidad se apoye a las especialidades y se enseñe su necesidad al alumnado. “Saber transmitir los valores de lo que representa ser enfermeras comunitarias es algo que nos corresponde a todas, pero, sobre todo, a la universidad”, ha destacado José Ramón Martínez Riera, presidente de la Asociación de Enfermería Comunitaria.
Para Isabel Morales, profesora de Enfermería Comunitaria de la Universidad Católica San Antonio de Murcia, “cuando se acercan a la asignatura y teniendo en cuenta que vienen como usuarios que desconocen a qué se dedica una enfermera comunitaria se desencadena un proceso en el que también acaban cambiando su percepción social sobre la enfermería y entienden otras formas de hacer enfermería fuera del hospital”.
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