ÁNGEL M. GREGORIS.- Higinio Salgado es enfermero, economista y coordinador del Centro de Salud de Montehermoso, en Cáceres. Para él, las enfermeras y enfermeros están sobradamente preparados para dirigir centros sanitarios. “Cualquier profesional que tenga actitudes de liderazgo y capacidad de gestión puede coordinar un centro de salud. Somos una profesión que tiene el cuidado como centro de nuestro ser y que hace un liderazgo humanista”, explica.
Hace una hora de viaje al día desde Cáceres hasta su centro de salud. Allí compagina su labor asistencial con la de gestión. Durante su jornada, recibe a compañeros médicos, enfermeros, farmacéuticos, personal administrativo… se informa de las incidencias que haya habido, se pone al corriente de lo que hay que hacer a lo largo del día y también tiene que atender a sus pacientes.
Entrecruza
“Al final todo se entrecruza por son muchas personas (54 en su equipo). Surgen muchísimas cuestiones, pero no podemos dejar al margen a nuestros pacientes. Ellos ya me conocen y saben que puedo recibir llamadas inesperadas o estar pendiente del teléfono”, subraya.
La falta de profesionales ha hecho que las enfermeras asuman algunas competencias y, tal y como indica Salgado, esas competencias deben estar retribuidas. “Podemos asumir muchas competencias que son propias de enfermería como el cuidado de los pacientes crónicos, diabetes, hipertensión, obesidad… Estamos preparados para llevarlo a cabo y asumirlo en sus consultas sin saturar a otros profesionales. Debemos pasar de la técnica a las competencias y debemos ser valientes porque tenemos formación de grado, además de que muchos otros han cursado másteres, doctorados, especialidades”, destaca.
Techo de cristal
Considera que hay como un techo de cristal que impide avanzar en este crecimiento. “Pensamos mucho en los pacientes y que estos sean el centro de todo, pero también hay que cuidar al profesional. Para poder cuidar al paciente la mejor manera es cuidar nuestros recursos. Y de ellos, los mejores son los recursos humanos”, puntualiza.
En definitiva, reconoce que a veces es duro compaginar la gestión con la labor asistencial, “pero si te gusta y te apasiona, es viable llevarlo a cabo”.