GEMA ROMERO.- En cualquier centro sanitario son múltiples los riesgos en materia de seguridad. Analizar cómo es la gestión de la seguridad profesional en el ámbito sanitario y que todos los trabajadores y profesionales puedan beneficiarse de ella ha sido el objetivo de la XVI edición de las jornadas técnicas de seguridad en centros sanitarios organizadas por el Observatorio de Seguridad Integral de Centros Hospitalarios (OSICH) que se han celebrado en el hospital Gregorio Marañón de Madrid. Ellas se ha puesto de manifiesto que las agresiones son el principal riesgo de seguridad para los profesionales sanitarios.
Como explicaba Santiago García, presidente de OSICH y director de seguridad del Gregorio Marañón, en declaraciones a DiarioEnfermero.es, “tenemos riesgos de todo tipo, pero si hablamos de las personas, que para nosotros son lo más importante, el principal riesgo es la agresión al profesional sanitario, pero también tenemos muchísimos riesgos de forma física, desde incendios o otros que pueden ser radiológicos, que afectan a todo lo que son nuestros trabajadores y a nuestros pacientes, pero también hemos de estar preparados para otro tipo de emergencias, como pudo ser Filomena en su momento, para los que hay que elaborar planes de actuación sobre la marcha para volver a retomar la actividad y garantizar la asistencia sanitaria”.
Precisamente de las agresiones habló Manuel Yanguas, interlocutor policial sanitario de Policía Nacional, para quien “a la vista de las estadísticas, no pienso que la situación esté empeorando. Tenemos unos datos que se van incrementando, pero creo que es debido sobre todo a que estamos consiguiendo concienciar al personal sanitario de que tiene que denunciar, es decir, el número de denuncias está aumentando y por eso tenemos más, no porque objetivamente tengamos más agresiones, sino que estamos con está concienciado el personal que tiene que denunciar, que es la única forma de acabar con las agresiones, es denunciar ante los colegios, ante la policía o la Guardia Civil”, subrayaba.
Riesgos para las enfermeras
Las enfermeras, de forma específica, también tienen “múltiples riesgos en su lugar de trabajo, incluyendo riesgos derivados de la propia estructura o del equipamiento que están utilizando”, destacaba Diego Ayuso, secretario general del Consejo General de Enfermería que moderaba la mesa sobre “riesgos específicos en hospitales”. Así, a su juicio, habría que potenciar este tipo de jornadas, pues “aunque los profesionales cada vez están más concienciados de temas como las agresiones pues le estamos dando mucha visibilidad, con muchas llamadas de atención a las administraciones públicas para que se implementen programas de prevención y minimizar estos hechos, hay muchos otros riesgos de los que las enfermeras no son conscientes”.
Como ejemplo ponía el trabajar en sitios con poca luz que pueden provocar problemas visuales. “A la larga ese tipo de riesgos no son tan visibles para nuestra profesión. Día a día en su actuación profesional puedes estar manejando citoestáticos, medicamentos peligrosos, o una serie de elementos o instrumentos que pueden poner en riesgo tu salud o la de los demás”, detallaba el secretario general del CGE.
Cultura de la seguridad
Para el presidente de OSICH en los centros sanitarios “falta cultura de la seguridad. En nuestro ámbito personal sí que estamos desarrollando esa cultura de la seguridad. Yo me voy de mi casa y hecho las vueltas de la llave porque creo que me pueden robar, pero vengo al hospital y me voy dejando todas las puertas abiertas. Creo que no me puede pasar nada. Me voy a desayunar y dejo el bolso. En los hospitales no pasan cosas todos los días: tenemos robos, tenemos incendios, tenemos agresiones … tenemos que prevenir esas situaciones. No podemos tener un vigilante de seguridad en la puerta de cada uno de nuestros trabajadores. Lo que tenemos que hacer es, entre todos, prevenir esas situaciones”.
Para ello el trabajo conjunto con el personal de seguridad es fundamental. Así recordaba que con las enfermeras tienen un contacto muy estrecho. No en vano, tanto las enfermeras como el personal de seguridad están en los centros las 24 horas del día. “Tenemos vigilantes en la puerta de urgencias, haciendo ronda por los edificios. En el momento que hay un problema el personal de vigilancia está constantemente con ellos. Nosotros siempre tratamos de solucionar las cosas mediante la prevención. Por eso tenemos protocolos de prevención de secuestro de bebés, de prevención de agresiones, de prevención de violencia de género… Todo ello implica hablar con las supervisoras, con las enfermeras, con trabajo social y cuando creemos que puede haber una situación de este tipo, colocamos un vigilante de seguridad en la misma unidad para que esa situación no llegue a materializarse. Todo eso implica un trabajo conjunto, diario y un conocimiento y una colaboración fundamental”, concluye.