DAVID RUIPÉREZ/EUROPA PRESS.- La Comisión de Salud del Parlamento de Navarra ha aprobado una moción por la que insta al Gobierno navarro a presentar en el plazo de seis meses un decreto foral de utilización e indicación de medicamentos por enfermería que, dentro del marco legislativo actual, “aporte seguridad jurídica, desarrolle las competencias en esta materia y se elabore con el consenso del colectivo sanitario”.
La moción, impulsada por el PSN, ha contado con el apoyo de UPN, EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra, mientras que Geroa Bai se ha abstenido y el PPN ha votado en contra.
La resolución incluía otros dos puntos. En uno de ellos se emplaza al Gobierno de España a “derogar el Real Decreto 954/2015” y en el otro se exhorta al Ejecutivo central a “abrir un proceso que goce del mayor consenso posible para la elaboración de un Real Decreto de utilización e indicación de medicamentos de enfermería”.
La decisión del Parlamento navarro llega después de que el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, hiciera caso omiso de la petición de doce comunidades autónomas de suspender el polémico decreto en el último Consejo Interterritorial. No sólo eso, sino que el titular de Sanidad se ratificó y recalcó su “acierto” en una norma que está generando un evidente claro perjuicio al funcionamiento normal del sistema sanitario y fomenta un enfrentamiento entre médicos y enfermeros. El Gobierno del PP, que aprobó la normativa a última hora rompiendo lo pactado con la enfermería, persiste a día de hoy en su empeño de atar de pies y manos a la enfermería en sus decisiones sobre fármacos que manejan a diario.
Niega la realidad
En la rueda de prensa posterior al mencionado Consejo Interterritorial del SNS, celebrado en el Ministerio el pasado 13 de abril, Alfonso Alonso fue preguntado sobre si temía que, ante el caos generado por el decreto y su negativa a modificarlo, algunas comunidades autónomas decidieran desarrollar su propia normativa. Entonces, Alonso declaró que “ningún consejero quiere hacer eso”, unas sorprendentes manifestaciones habida cuenta que Cataluña y Navarra ya habían mostrado su intención de seguir ese camino, algo que ambas han ratificado con pasos como el dado por el Parlamento Foral esta misma semana.