GEMA ROMERO.- El empleo de células madre es un procedimiento seguro para mejorar el estado clínico y funcional de los pacientes con artrosis a corto y largo plazo, pues mejoran a largo plazo el estado clínico y funcional de la rodilla y, por lo tanto, la calidad de vida del paciente. Así lo demuestran los resultados de un estudio realizado por la Clínica Universidad de Navarra publicado en el Journal of Translational Medicine.
En este ensayo han participado 30 pacientes que fueron distribuidos en tres grupos: el de control (no recibieron el preparado), aquellos que recibieron una dosis baja y, por último, el grupo que recibió una alta dosis de células madre adultas. A estos dos últimos grupos se les administró células MSC procedentes de la pala ilíaca, que anteriormente habían sido cultivadas en el laboratorio de GMP de la Clínica, mediante una única inyección intraarticular.
Los pacientes han sido valorados mediante dos escalas, VAS y WOMAC, en función de su estado actual en referencia al dolor y la capacidad funcional para las actividades de la vida diaria, entre otros. Todos ellos iniciaron entre 2012 y 2013 un primer ensayo clínico en el que les inyectaron células madre adultas (MSC) obtenidas de la pala ilíaca (pelvis) para valorar la seguridad del procedimiento y que ya demostró la eficacia clínica a lo largo del seguimiento de 12 meses que duró el ensayo.
Ahora, cuatro años después de la administración el tratamiento, se ha revalidado que el empleo de células madre es un procedimiento seguro para mejorar el estado clínico y funcional de los pacientes con artrosis a corto y largo plazo. “Lo que hemos visto es que se produce una mejoría clínica cuando inyectamos las células madre en la rodilla, ya que secretan una serie de sustancias que actúan contra la inflamación y el dolor (causa principal de la limitación del paciente)”, reconoce el José María Lamo de Espinosa, especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología de la Clínica Universidad de Navarra e investigador principal del trabajo.
El 70% de los mayores de 50 años tienen artrosis
“Tenemos que tener en cuenta que solo del 0,001 al 0,01% de las células presentes en la médula ósea son células madre, por eso el proceso de cultivo, a diferencia de un aspirado o concentrado, nos garantiza que lo que inyectamos son todo células madre y en número muy superior (100 millones)”, añade.
Más del 70% de los mayores de 50 años tienen signos radiológicos de artrosis, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), pese a que no siempre sea dolorosa. De ellos, la sintomatología está presente en el 60% de los hombres y en el 70% de las mujeres en edades por encima de los 65 años. La de rodilla es una de las más frecuentes, debido a que es una articulación de carga, ya que soporta tanto nuestro peso como el de los objetos que portamos, en continuo movimiento al andar, sentarnos o subir escaleras, lo que lleva al desgaste de la articulación.
Papel de la enfermería
Este ensayo, como no puede ser de otra manera, no puede realizarse sin la colaboración de la enfermería. En este caso, como explica Carmen Sánchez, enfermera de traumatología y ortopedia de la clínica, su papel ha consistido en preparar tanto al paciente en la sala de curas de ortopedia, como el campo estéril para proceder a la inyección de las células madre. “El proceso de inyección con células madre es completamente estéril, muy seguro, pero exige una preparación en la que todo debe hacerse estéril: el campo, las jeringuillas, los guantes. Todo perfectamente estéril”, subraya Sánchez.
Tras la inyección los pacientes podían sufrir dolor o inflamación en la rodilla, pero como consecuencia de la inyección. Por fortuna, todos los pacientes habían recibido una gran cantidad de información previa sobre el ensayo, por lo que acudían a la consulta muy tranquilos.
Además, suya también era la labor de verificar los datos de los pacientes con los de las jeringuillas y tomar sus constantes.
Y nuestras funciones heredadas de los practicantes?. Ellos podian hacer infiltraciones intraarticulares.