REDACCIÓN.- El presidente del Consejo de Colegios Profesionales de Castilla y León, Alfredo Escaja, ha mostrado su total rechazo a la nueva estructura organizativa de la Consejería de Sanidad, que no contempla una Dirección técnica de Cuidados. Ha sido durante una reunión con la consejera, Verónica Casado, donde se han tratado los temas que afectan a la profesión.
A pesar de este descontento, desde la institución enfermera sí se han mostrado satisfechos porque han logrado que la consejera se comprometa a constituir grupos de trabajo para hacer efectivo el acuerdo de 4 de abril de 2014, que suponía el reconocimiento de la profesión como profesión autónoma, la definición y el desarrollo de nuevas competencias enfermeras y la aportación de la profesión a la salud de los ciudadanos de Castilla y León garantizando la prestación de cuidados enfermeros de alta calidad.
“La Consejera se ha comprometido con el Consejo de Enfermería a poner en marcha grupos de trabajo para hacer efectivo el acuerdo que contempla entre otros el desarrollo de las especialidades de enfermería, gestión enfermera de la demanda en Atención Primaria. Además, ha manifestado su apoyo al Consejo de Enfermería para que reclame ante la función pública elevar al nivel A1 a las graduadas en Enfermería para que efectivamente puedan estar en la alta dirección, tal y como le corresponde por su nivel de formación y desarrollo”, ha comentado Escaja.
Desde el Consejo también se ha trasladado a la consejera la preocupación por la sostenibilidad del Sistema sanitario y ha insistido en que las enfermeras son básicas para contribuir a la calidad y viabilidad del mismo garantizando a los ciudadanos cuidados profesionales, teniendo en cuenta las características sociodemográficas de la población castellano y leonesa. No es casualidad que la Organización Mundial de la Salud (OMS) haya declarado 2020 el año de las enfermeras, ya que actualmente se considera clave el papel de las enfermeras en la sostenibilidad y calidad de la atención y servicios que presta el sistema sanitario a la población debido a los cambios sociodemográficos.
Desde el Consejo Autonómico de Enfermería “vamos a estar vigilantes y seguir reclamando más participación de enfermeras en puestos de responsabilidad y toma de decisiones; mayor participación de las enfermeras en políticas de salud; carrera profesional adaptada a las características de la profesión; inversión para mejorar la educación, el desarrollo profesional, cambios regulatorios y la mejora de las condiciones de empleo para las enfermeras”, agrega el presidente del consejo.
Prescripción enfermera
En la reunión con la Consejera de Sanidad, el consejo también ha demandado que se acelere en la comunidad el proceso de acreditación a las enfermeras y enfermeros para indicar, usar y autorizar la dispensación de medicamentos y productos sanitarios de uso humano, de forma que se garantice en Castilla y León la aplicación Real Decreto.
Hay una realidad política que dice que «si no quieres que avance un tema crea una comisión». Por ahí van los tiros, al parecer. Diría a las enfermeras que no se dejen comprar por un plato de lentejas, que sean firmes en sus reivindicacionese. Por otra parte, en la consideración hacia las enfermeras no están en coordinación lo que piensan los usuarios y lo que piensan los políticos (con médicos de por medio), sino en total oposición. El ser enfermera es un hándicap porque no se valora a la «persona con sus conocimientos» sino al rol sociopolítico que se le atribuye desde las instituciones públicas (con los médicos de por medio). Los médicos y enfermeros son como el agua y el aceite y aquéllos NUNCA van a permitir que las enfermeras adquieran cotas de poder institucional y gestor.