MARCOS GÓMEZ JIMÉNEZ.- Durante la presentación de las conclusiones del estudio “Posturas juveniles ante el cuidado de su salud y la sostenibilidad medioambiental”, llevado a cabo por la Fundación Pfizer y el Centro Reina Sofía de Fad juventud, se ha puesto en valor el papel de la enfermería y de los profesionales sanitarios a la hora de rebatir información confusa e incompleta a la que los jóvenes acceden a través de las redes sociales cuando quieren saber más sobre cómo el medioambiente afecta a su salud.
El estudio revela que la comunidad científica es la fuente de información sobre medioambiente y sostenibilidad que mayor grado de fiabilidad tiene entre los jóvenes.
Asimismo, son los medios de comunicación y las “redes sociales, contenido de creadores e influencers”, los que más desconfianza generan entre los jóvenes. Aun así, son estas últimas, de lejos, las fuentes más consultadas por la juventud.
“Es importante que el personal sanitario trabaje en la pedagogía y en cómo hacer que sus pacientes entiendan los problemas de salud que tiene que ver con el medioambiente”, explica Anna Sanmartín, directora del Centro Reina Sofía y coordinadora de la investigación.
Sanmartín considera que la desinformación sobre temas de One Health “campa a sus anchas” y que, aunque la competencia sea difícil, “los sanitarios tienen que hacer un esfuerzo para que la población tenga acceso a sus canales” para de esta forma promocionar un contenido educativo y veraz.
Asimismo, Beatriz Martín, directora general de Fad Juventud, coincide en que combatir la desinformación sobre la relación de la salud y la sostenibilidad ambiental está en la mano del personal sanitario, y de las enfermeras, las profesionales más cercanas a la población. “Para la mayoría de estas expertas el acto de informar a veces no está tan interiorizado, ya que centran la mayor parte del tiempo en la actividad asistencial, en atender. Creemos que se puede hacer mucho desde las fuentes que nuestros encuestados consideran más fiables”, añade Martín.
Obstáculos
El estudio analiza la percepción y respuesta de la juventud española ante la crisis climática, revelando no solo sus preocupaciones, sino también los obstáculos que enfrentan para adoptar prácticas sostenibles y más enfocadas en el cuidado de la salud tanto individual como global.
En el estudio, en el que participaron 1219 jóvenes, casi 9 de cada diez encuestados expresan una alta preocupación por estas cuestiones. Esta preocupación está directamente relacionada con su experiencia propia con fenómenos como las olas de calor (67%), los incendios (31,8%), las sequías excepcionales (27,8%), las plagas de insectos y animales (24,8%) y la contaminación del aire (18,7%), los cuales afectan de manera tangible su vida diaria.
Salud y medio ambiente
La necesidad de mantener una buena calidad del aire y el agua preocupa mucho a los jóvenes, que reconocen que tiene un impacto directo en la prevención de enfermedades respiratorias y gastrointestinales (un 56% de los encuestados).
“La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya alertaba hace unos años que el cambio climático causará unas 250.000 defunciones adicionales al año entre 2030 y 2050. Por ello, es interesante conocer la preocupación por el medioambiente y cómo las personas la relacionan con la salud”, ha mencionado Sergio Rodríguez, presidente de la Fundación Pfizer.
El cambio climático favorece el surgimiento de enfermedades tropicales como el Virus del Nilo, que ya ha causado victimas mortales en el sur de España.
El estudio además revela que solo un 17,1% de los jóvenes valora el bienestar animal como un factor relevante para la salud humana.