REDACCIÓN.- “La improvisación y la mala gestión de la Consejería de Sanidad de Castilla y León está recayendo en los profesionales sanitarios y muy en concreto en las enfermeras castellanoleonesas. Además de carecer de equipos de protección adecuados y test de diagnóstico para conocer su estado de salud ahora se pretende sustituir su labor con otros colectivos como médicos que no han obtenido plaza en el MIR”. Así lo ha denunciado el Consejo de Enfermería de Castilla y León, que ha tenido conocimiento a través de una comunicación interna de Sacyl donde se insta a esta medida por la supuesta falta de enfermeras debido a los contagios.
Según el portal de datos abiertos de la Junta de Castilla y León, se han realizado test a 1554 enfermeras, de las cuales 614 han dado positivo y 554 están aisladas sin poder trabajar. En provincias como Segovia de 197 test realizados, 110, más de la mitad, dieron positivo, y hay 99 en aislamiento. En Soria se han realizado 89 test y 54 enfermeras han resultado positivo, 42 están aisladas.
Esta decisión, que se ratifica a través de la Orden PRE/339/2020, de 6 de abril, publicada hoy por la que se “adoptan medidas en materia de asignación eficiente de recursos humanos disponibles en el ámbito de la Administración de la Comunidad de Castilla y León y sus organismos autónomos ante la situación de crisis ocasionada por el COVID-19”, es vista como una agresión al colectivo de enfermeras representado en 9 Colegios provinciales de la Comunidad.
Para el presidente del Consejo Autonómico de Enfermería, Alfredo Escaja, “es la gota que colma el vaso de una pésima gestión de la epidemia por COVID-19. No es que no haya enfermeras, en Castilla y León hay enfermeras porque teníamos bastante desempleo, el problema es que muchas de ellas están infectadas por la carencia de material de protección adecuado que no ha proporcionado la Administración y otras se han ido a trabajar fuera. Sabemos que más de 200 enfermeras de la región fueron contratadas para el hospital de Ifema Madrid”, explica. Hay cientos y hasta miles de enfermeras desempleadas en otras comunidades autónomas a las que se podría acudir como ha hecho la Comunidad de Madrid.
Al conocer la comunicación interna la pasada semana, desde el Consejo de Enfermería se han ofrecido a la Consejería varias alternativas como contar con las enfermeras residentes, con las enfermeras de especialidades que están ahora con menor carga de trabajo o con bolsas de empleo de enfermería de Atención Primaria o incluso reclutar de otras comunidades autónomas como ha hecho Madrid, pero no se ha escuchado.
“No entendemos por qué en Castilla y León no se actuó antes y ahora se toman este tipo de decisiones. Desde el Consejo Autonómico de Colegios Profesionales de Enfermería de Castilla y León, que representa a los nueve Colegios de Enfermería de Castilla y León, se siente como una agresión esta decisión por lo que va a informar a sus más de 17.000 colegiadas y va a consultar con los servicios jurídicos si se pueden sustituir a profesionales por la falta de previsión y la carencia de recursos adecuados de protección.” En su día también se valorarán acciones judiciales.
“Somos conscientes de la gravedad y excepcionalidad de la situación, pero no nos parece de recibo que la improvisación del equipo de Gobierno de la Consejería de Sanidad recaiga ahora en las enfermeras. Desde el inicio hemos ofrecido colaboración y hemos apoyado incondicionalmente a la Consejería, a pesar de que somos la profesión con más contagiados por la falta de protección y equipos que la Administración no nos ha prestado, y aun así se adoptan este tipo de decisiones que como enfermeros rechazamos”, agrega el presidente del Consejo.