REDACCIÓN.- El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer ha puesto de manifiesto el grandísimo apoyo de las enfermeras para luchar contra esta lacra que se ha cobrado más de mil vidas desde que existen estadísticas. Desde el Consejo General de Enfermería han pedido que se apueste por la profesión para detectar, prevenir y educar contra la violencia machista.

Del mismo modo, la mayoría de los colegios de enfermería han mostrado su apoyo a todas las mujeres y víctimas de este enorme problema. Desde Murcia han lanzado las claves para detectar y actuar contra la violencia de género. También Alicante han puesto en valor el trabajo de las enfermeras y han recordado la existencia del Grupo de Trabajo de Enfermería contra la Violencia de Género del Colegio, el cual está abierto a todas las enfermeras de la provincia de Alicante que quieran recurrir a él tanto profesional como personalmente. Ciudad Real también ha participado activamente, lanzando un decálogo con las principales señales de alerta de violencia de género. Señales físicas como moratones, pérdida de la seguridad en sí misma, tristeza y ansiedad, subidas y bajadas de peso repentina o alejarse de su entorno más cercano, son algunos de los indicios. Desde Baleares han lanzado un vídeo de apoyo.

Córdoba, Álava, Vizcaya, Valencia, Madrid, Navarra, Cáceres… todos y cada uno de los organismos profesionales de las distintas provincias se han unido a gritar alto y claro Ni una menos.

Además, otras asociaciones enfermeras como la de Enfermería Comunitaria (AEC), han puntualizado que “las enfermeras comunitarias tenemos el compromiso ético de trabajar por la equidad e igualdad de género, proteger a las mujeres, hijas e hijos frente a la violencia física, psicológica, vicaria, económica, institucional, etc. así como cualquier otra situación de vulneración de los derechos de las mujeres, desde la promoción, la prevención, la asistencia, la rehabilitación y la reinserción, de manera transdisciplinar e intersectorial a lo largo del ciclo vital y en cualquier ámbito en el que trabajen, vivan o convivan, tanto de manera individual, tanto a nivel individual como familiar y comunitario, a través de una atención individualizada, integral, integrada e integradora que garantice su seguridad y protección”.