REDACCIÓN.- Desde la declaración del estado de alarma por la pandemia de COVID-19, al quedar suspendidas las clases de los centros educativos, las enfermeras escolares pasaron a dar un soporte activo en primera línea en centros de Atención Primaria, hospitales, servicios de urgencias, geriátricos y en cualquier lugar donde fuera necesaria su presencia. Tal y como informan en un comunicado emitido por la Asociación Científica Española de Enfermería y Salud Escolar (ACEESE) estas profesionales estuvieron trabajando coordinadamente en la elaboración de tres guías de recomendaciones para que el nuevo curso escolar se comenzara de una forma más segura, minimizando el riesgo que supone la vuelta a las aulas. Dichas guías, informan, pueden ser consultadas en la web de la asociación y recogen una serie de medidas y protocolos dirigidos a los centros de Educación Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato, Escuelas de Educación Especial y Guarderías.
Desde ACEESE, su presidenta Engracia Soler explica que “estas guías de recomendaciones fueron facilitadas por ACEESE a todas las Consejerías de Educación y de Salud de todas las CCAA, así como a la Sra. Ministra de Educación. Además, ofrecimos nuestro soporte y asesoramiento para el desarrollo de las medidas de adaptación de
los Centros Educativos a la nueva situación de la pandemia. Todas las recomendaciones que recogen estas guías son orientativas para el buen control del COVID-19, pero debe tenerse en cuenta que deben adaptarse a las características y organización de cada escuela, así como a la evolución de la pandemia en cada momento”, concreta.
La Enfermera Escolar se convierte en estos días, en el profesional más idóneo y referente imprescindible para el inicio del curso 2020-21 para preparar los centros escolares, gestionar, asesorar, realizar educación para la salud, prevención y promoción respecto a la enfermedad, detectar los signos y síntomas de la COVID-19 producida por el coronavirus SARS-CoV-2 en la comunidad educativa, así como derivar los casos de forma segura y dar asistencia sanitaria más allá de esta nueva enfermedad, a los alumnos más vulnerables debido a sus patologías crónicas y/o pluripatologías. En el comunicado, Soler reclama que “tenemos que proteger a aquellos niños y niñas que puedan estar en situación de riesgo de exclusión social debido a esta situación. La Enfermera Escolar es la mediadora social que contribuye a aumentar la Cultura de Salud en nuestra sociedad actual”.
Además, se hace una defensa del papel de las enfermeras en la educación para la salud, tan importante en estos momentos de pandemia. “Gracias a la educación para la salud, podremos aprender más fácilmente a convivir con esta situación excepcional y, en lo que nos concierne más inmediatamente, el acoger a los más pequeños de manera adecuada y minimizando los riesgos. Esto requiere una aplicación rigurosa de las medidas de protección y prevención, estar atentos a la aparición de síntomas y, en general, reinventar nuestra manera de hacer las cosas”, relata Engracia Soler, firmante del comunicado.
Por su parte, desde ACEESE consideran que el papel de coordinación entre el centro de salud y en el colegio no debe recaer en las enfermeras de Atención Primaria. “Las enfermeras de Atención Primaria continúan realizando su labor asistencial propia pero incrementada por el aumento de casos positivos por el COVID-19, el seguimiento de los casos positivos, la clasificación en las puertas de los centros de salud y las visitas domiciliarias, a todas estas tareas se les va a sumar la interlocución con los centros escolares, esto sólo provocará el colapso y saturación de la Atención Primaria y del propio Sistema Sanitario”, explican.
Dentro de las recomendaciones del Ministerio de Educación para la vuelta al cole se menciona la figura del Coordinador COVID-19″, una persona o grupo encargado de gestionar todo lo relacionado con el virus en cada centro educativo una figura que consideran que debe desempeñarse por una enfermera escolar . “Entendemos que esta figura de coordinadora de enlace entre la escuela y el centro de salud, debe recaer de forma presencial, desde las escuelas y debe recaer en la figura de la Enfermera Escolar, puesto que es el profesional más especializado, idóneo y capacitado, con los suficientes conocimientos para realizar el seguimiento, la prevención y la detección de signos y síntomas de la COVID-19, y no en el profesorado, que ya ve incrementado su trabajo debido a la pandemia”, resalta el comunicado firmado por Engracia Soler presidenta de ACEESE.
“La educación es un derecho de todos los niños y niñas, y se debe garantizar minimizando el riesgo de la enfermedad en ellos y en toda la comunidad educativa. Así mismo dar tranquilidad a los padres y docentes. Cabe destacar que la OMS ha mencionado en un informe que ‘el entorno escolar y capacidad para mantener las medidas de prevención y control de la COVID 19, pasa por la necesidad de enfermeras en las escuelas'”, concluye el comunicado de la Asociación Científica Española de Enfermería y Salud Escolar.