A. ALMENDROS.- El movimiento «Enfermeiras Eventuais en Loita» se ha concentrado hoy frente a los centros de salud y hospitales de Galicia en el marco del movimiento «12 meses, 12 luchas» para denunciar que el ratio en Galicia es sólo de 5,3 enfermeras por cada 1.000 habitantes. Un dato inferior a la media en España, que se sitúa en 6,55; y lejos de la europea, que es de 8,8 enfermas por cada 1.000 habitantes. «Estas cifras dan una idea de la desigualdad existente en Galicia en términos de recursos del personal de salud, ya que somos la tercera comunidad con la peor proporción de enfermeras universitarias», aseguran.
En concreto, este colectivo ha puesto como ejemplo el caso de País Vasco, comunidad con «una cifra similar de población de unos 2,7 millones de personas». De este modo, ha contrapuesto que mientras que el País Vasco cuenta con 20.359 enfermeras y una media de «siete y pico» por cada mil habitantes, Galicia dispone de 14.040 y una ratio de 5,3.
En este sentido, insisten en la necesidad de crear unas 6.000 plazas de esta categoría «para equipararse al País Vasco». Además, han hecho hincapié en que «hay estudios que relacionan la falta de enfermeras con un incremento de la mortalidad». De este modo, han incidido en que con más personal la «calidad y seguridad sería mayor» para los pacientes.
Mejorar las cifras reduciría el riesgo de eventos adversos que pueden provocar lesiones, discapacidades e incluso la muerte, «pero sobre todo significaría una mejor atención hacia el paciente y la percepción de la calidad de la atención que brindamos», prosiguen.
Ilusión
El pasado mes, un grupo de enfermeras de este movimiento se personaron en Bruselas y “comprobamos cómo mientras allí la principal preocupación de las enfermeras es el cambio climático, aquí tenemos que pensar si tendremos contrato mañana, qué servicio será, cuánto durará y si tendremos la experiencia, los medios y el tiempo necesario para satisfacer las necesidades de los pacientes. Por ello, desde ‘Enfermeiras Eventuais en Loita’ no podemos permitir que el Sergas termine con la ilusión de desarrollar nuestra profesión adecuadamente», señalan.
Y, además, piden al Sergas que ponga fin a la tasa de reemplazo, que cubra todas las vacantes, que no ahorre en personal y que aumente la proporción de enfermeras/residentes, «porque los gallegos no son pacientes de segunda y se merecen una asistencia sanitaria de calidad», concluyen.