REDACCIÓN.- El 44% de los profesionales sanitarios ha sufrido un alto nivel de estrés y el 37% de ellos ha estado deprimido. Así lo ha manifestado Juan José Tirado, presidente de CECOVA durante el IV Congreso de Derecho Sanitario de la Comunidad Valenciana, quien ha añadido que «todos los estudios sobre el impacto psicológico del COVID-19 en los profesionales sanitarios ofrecen datos muy preocupantes. Por ejemplo, el 60% de los profesionales sanitarios sufrió trastornos mentales durante la pandemia y más de la mitad no se ha recuperado año y medio después. Además, desde el inicio de la pandemia, el 65% de los trabajadores sanitarios ha experimentado problemas generales de salud». 

En la mesa que ha analizado el impacto del COVID-19 en los profesionales sanitarios han participado también Óscar Cortijo, vicedecano 1º del Colegio de Psicólogos de la Comunidad Valenciana, y María Isabel Moya, vicepresidenta 1ª  del Consejo General de Colegios de Médicos de España. 

“Las enfermeras son las que mayor sensación de riesgo y desamparo han sufrido, con la consiguiente ansiedad, siendo también las profesionales que más se han estresado y deprimido durante las dos olas de infecciones de COVID-19”, según ha destacado el presidente del Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (CECOVA) y presidente del Colegio de Enfermería de Valencia, Juan José Tirado, durante su ponencia, que se puede descargar aquí.

El presidente del CECOVA, Juan José Tirado, (a la izquierda de la foto) con el resto de miembros de la mesa de la ADSCV.

De igual modo, el presidente del CECOVA ha incidido en que el 65% de las enfermeras asegura haber sentido que su situación emocional ha empeorado respecto a febrero del 2020 (antes de la pandemia), llegando incluso a haberse agravado mucho en el 20% de las encuestadas, el más alto de todas las profesiones sanitarias comparadas en todos los estudios de la situación emocional de los profesionales sanitarios.

El nivel de desamparo percibido entre los profesionales de Enfermería ha sido de 3,08, calificando un 10 el sentimiento de que las autoridades sanitarias hubieran favorecido las medidas de protección necesarias (tales como EPIs, guías de actuación, etc.). Ante esta realidad, el presidente del CECOVA ha recordado que resulta significativo que el “20% de las enfermeras ha valorado esta cuestión con un 0. Una sensación que ha sido persistente en el tiempo”.

Con respecto al riesgo percibido de sufrir un contagio en el puesto de trabajo, en el caso de Enfermería es especialmente alto, con más de un 50% puntuando 8 o más, y marcando con el riesgo máximo de contagio (10) el 32,5% de las profesionales encuestadas. De nuevo, el mayor porcentaje de entre los distintos colegios sanitarios presentes en el muestreo.

En cuanto al estrés, los profesionales de Enfermería se hallan en el grupo más afectado, seguido de los farmacéuticos, veterinarios y fisioterapeutas que traspasan la sintomatología leve, llegando las enfermeras a traspasarla y presentar sintomatología moderada. Cuando se focaliza en el 44% de la muestra con sintomatología de estrés, sobresalen, otra vez, enfermeras y farmacéuticos como los más gravemente estresados. 

“Se debe destacar”, según Juan José Tirado, que “las colegiadas de Enfermería de la Comunidad Valenciana llegan a niveles de entre el 8 y el 10, muy superiores al resto de profesionales. El nivel de estrés máximo ha sido manifestado por un 20% de trabajadores de Enfermería que han sufrido la presión de la saturación de los hospitales en los picos álgidos de la infección”.

Sobre la presencia de síntomas de depresión, el colectivo de Enfermería, junto a los farmacéuticos, ópticos-optometristas es el más gravemente deprimido. Una realidad similar a la que ocurre con la ansiedad, ya que las enfermeras llegan a la sintomatología media de estrés, seguidas por el grupo de farmacéuticos con sintomatología leve. Un contratiempo “que resulta muy preocupante” para el presidente del CECOVA porque “dentro del 62,5% de la muestra de Enfermería con sintomatología de ansiedad, el 17,5% traspasa la sintomatología severa y extremadamente severa. Unos datos que arrojan la necesidad de dimensionar las plantillas de profesionales para que puedan dar la asistencia adecuada para la población que ha sido ingresada en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y en el resto de plantas COVID de los hospitales”.

Unos datos que, para el presidente del CECOVA, demuestran “la necesidad de dimensionar las plantillas de profesionales para que puedan dar la asistencia adecuada a la población que ha sido ingresada en los hospitales”.

Conferencia Juan José Tirado.