REDACCIÓN.- Las agresiones a sanitarios son un problema que, lejos de desaparecer, no deja de aumentar. En Jaén ya van siete casos en lo que llevamos de año y el presidente del Colegio de Enfermería de Jaén, José Francisco Lendínez, ha denunciado un alarmante repunte de las agresiones en este primer trimestre. “Desde enero hasta el día de hoy hemos tenido conocimiento de siete agresiones en nuestros centros sanitarios”, apunta Lendínez. Así, a las cinco agresiones registradas anteriormente se unen las dos de los últimos días, una de ellas en el Complejo Hospitalario de Jaén y otra en un centro del Área Sanitaria Nordeste de la provincia, donde se ha producido una agresión tumultuaria con amenazas de muerte de un grupo de entre diez y doce personas a todo el equipo sanitario. “En este caso uno de los increpantes se ha abalanzado sobre una enfermera propinándole un empujón violento”, añade el presidente.
Estos dos últimos casos se unen a los cinco anteriores registrados por la institución colegial. Sin contar la agresión sufrida por un administrativo en el centro de salud Federico del Castillo de la capital. Igualmente, los servicios jurídicos colegiales han conseguido dos sentencias condenatorias. Lendínez pide a los colegiados que no silencien los episodios de agresiones que sufren, ya sean físicas o verbales, y les recuerda que van a tener todo el apoyo de la entidad colegial desde el primer momento para defender sus derechos. En estos casos el colegio se persona en las actuaciones como acusación particular y ejercita todas las acciones penales pertinentes en defensa de los derechos colectivos de la enfermería y, en particular, del profesional agraviado, con el fin de obtener una sentencia condenatoria, dentro de los umbrales máximos que el Código Penal prevé para el delito de atentado.
Desde el colegio se piden medidas eficaces y urgentes para salvaguardar la integridad de los profesionales sanitarios. “Las cifras de agresiones van en aumento y ante este panorama urge proteger a nuestros profesionales, que se encuentran en una situación de absoluta vulnerabilidad ante los agresores”, añade Lendínez.