JAVIER IRURTIA.- Las enfermeras navarras, a través de su colegio profesional, han rendido homenaje a las personas fallecidas por COVID-19 con la plantación de un cerezo en su recuerdo frente a la sede colegial de Pamplona. En el mismo acto, el Colegio de Enfermería de Navarra ha transmitido su agradecimiento a las personas, empresas e instituciones que colaboraron en las distintas iniciativas solidarias que puso en marcha para dotar de elementos de protección a los profesionales sanitarios durante la pandemia.
Bajo el lema “100 días después”, tiempo que ha transcurrido desde que el colegio de enfermería hizo el primer llamamiento pidiendo la colaboración de la sociedad, el acto -interrumpido momentáneamente por la lluvia- ha reunido a un centenar de invitados en la plaza situada entre la avenida de Pio XII y la calle Pintor Maeztu, en la que se ubica la sede colegial. Junto a los asistentes -representantes de los voluntarios, empresas e instituciones que colaboraron con el colegio-, la celebración ha contado con la presencia del alcalde de Pamplona, Enrique Maya, y de la presidenta del colegio, Arantxa Osinaga.
RECUERDO A LOS FALLECIDOS
El acto se inició con la plantación simbólica de un cerezo frente a la sede colegial por parte de tres familiares de personas fallecidas por COVID-19 en Navarra: María Lavilla, Mikel Mendinueta y Amaia Zaratiegui. Se ha elegido este árbol por su flor efímera, que se asocia con la fragilidad y transitoriedad de la vida, además de que florece al inicio de la primavera, cuando la pandemia irrumpió en nuestro país. Junto al árbol se ha instalado una placa con la leyenda “En recuerdo de las personas fallecidas durante la pandemia de la COVID-19 / COVID-19aren pandemiak eragindako hildakoen oroimenez”.
Posteriormente, se han proyectado sendos vídeos que resumen las iniciativas promovidas por el Colegio de Enfermería para la confección de batas de aislamiento y la fabricación de pantallas de protección facial para profesionales sanitarios. Como se recordará, gracias al trabajo voluntario y a las aportaciones económicas, se distribuyeron 14.000 batas y 23.000 pantallas, además de 150.000 dispositivos “non-touch” y 12.000 salvaorejas. A continuación, se ha descubierto un listado de nombres, 513 en total, impreso en vinilo en una de las fachadas de cristal del colegio, en agradecimiento a las personas, instituciones y empresas que colaboraron desinteresadamente en las iniciativas solidarias del órgano colegial.
AGRADECIMIENTO POR LA COLABORACIÓN
En su intervención, Arantxa Osinaga, presidenta del colegio, ha agradecido el trabajo de los grupos de costureras “de Tudela, de Bera, de Sakana, de Sangüesa, de Pamplona, de Mutilva, de las distintas órdenes religiosas, y, por supuesto, al equipo de Refena”. También ha tenido palabras de reconocimiento “a los makers por fabricar las diademas para los protectores faciales con sus impresoras 3D y a los voluntarios que las montaron”, al igual que a “SAR Navarra y a Protección Civil Tudela por desinfectar los distintos elementos de protección y coordinar su reparto entre los sanitarios”.
Arantxa Osinaga ha recordado y agradecido también la ayuda de la “Policía Municipal de Pamplona, Policía Foral, Bomberos, Guardia Civil, Policía Local de Tudela, Cruz Roja y DYA por recoger material y distribuir los equipos de protección por todos los rincones de Navarra cuando la movilidad estaba limitada” y la de “empresas como 3Dbide, Kol o Smurfit Kappa, entre muchas otras, que habéis estado a nuestro lado en estos momentos con vuestras donaciones y ayudas técnicas”. Por último, ha reconocido al “más de medio millar de particulares e instituciones que nos habéis apoyado con vuestra aportación económica”, en referencia a la recogida de fondos promovida por el Colegio que recaudó más de 25.000 € en poco más de 24 horas, destinados a la fabricación de los distintos elementos necesarios para hacer frente a la COVID-19. Por su parte, Enrique Maya, alcalde de Pamplona, quien estuvo ingresado a causa de este coronavirus, ha afirmado haber percibido como paciente “la profesionalidad, la humanidad y el cariño que transmite el personal sanitario”.
“DEVOLUCIÓN DE APLAUSOS” A LA SOCIEDAD
El acto ha concluido con una “devolución de aplausos” de los profesionales sanitarios a la sociedad, que ha comenzado a las 20 horas, en el mismo momento que los vecinos salían a aplaudir a ventanas y balcones durante los peores momentos de la pandemia. En esta ocasión, los aplausos dirigidos a los vecinos de la plaza los han iniciado una treintena de enfermeras uniformadas, en representación de toda la profesión en la Comunidad Foral, procedentes del Complejo Hospitalario de Navarra, Clínica Universidad de Navarra, Hospital San Juan de Dios, Clínica San Miguel, Servicios de Urgencias Extrahospitalarias, Clínica Psiquiátrica Padre Menni, Residencia La Vaguada y Residencia Amavir Mutilva.