A. ALMENDROS.- Dolores de cabeza, vómitos, erupciones en la piel o incluso otros efectos más graves, son algunas de las consecuencias de manipular fármacos peligrosos. Los sistemas de protección, como batas y guantes, son clave en la seguridad de los sanitarios en la manipulación de estos medicamentos. Un estudio reciente, llevado a cabo por Instituto Nacional de Seguridad Ocupacional y Salud (Niosh) y publicado en el American Journal of Nursing demuestra que, a pesar de las recomendaciones para el manejo de fármacos antitumorales y otros medicamentos peligrosos, muchas enfermeras, incluidas las embarazadas, informaron que no usan el equipo de protección mínimo recomendado, es decir, guantes y batas.
Los investigadores han recopilado datos de más de 40.000 enfermeras de EE.UU y Canadá. De los resultados se extrae que el 9% de las enfermeras embarazadas y el 9% de las que no lo estaban indicaron que nunca usaron guantes al administrar fármacos antitumorales; y el 38% de las embarazadas y el 42% de las que no lo estaban informaron que nunca usaron bata. “Son datos alarmantes por las consecuencias que pueden llegar a tener. Muchos de estos medicamentos, además de ser cancerígenos, pueden dañar la fertilidad y desembocar en daños al futuro bebé en el caso de las enfermeras embarazadas, causando incluso un aborto espontáneo”, afirma Christina C. Lawson, autora del estudio y jefa de Epidemiología. Tras estas conclusiones, la investigadora recomienda “más formación y educación para concienciar a todos los sanitarios de lo importante que es protegerse en su puesto de trabajo”.
Un Comentario
Edith
Muy buenos estudios gracias por difundirlo