REDACCIÓN.- En su experiencia, subraya José Ángel Rodríguez, presidente del Colegio Oficial de Enfermería de Tenerife, los seguros que defienden a diversos profesionales a menudo priman sus propios intereses sobre los de los usuarios a los que defienden y es ahí donde las enfermeras pueden verse perjudicadas: “Cuando en las demandas participan equipos, el nivel de la responsabilidad es diferente y los seguros intentan, sin duda alguna, llegar al mejor acuerdo para sus intereses como seguro. Esto lo he visto ya varias veces. Recuerdo el caso de una demanda en un parto en el que, al final, lo más rentable era acusar a la matrona porque el seguro pagaba menos dinero”. En su opinión, muchos casos como este hubieran tenido un resultado bien distinto si el seguro hubiera defendido la profesión enfermera con exclusividad y, por ello, señala, “el seguro de RC de Enferseguros es una garantía para los intereses de la profesión”.
En esta misma línea, el asesor legal del Colegio, Luis Navarro Romero, sostiene cómo “la forma exclusiva de proteger a la enfermería es no meter a la medicina porque vamos de la mano siempre y, evidentemente, si llevamos los dos campos, ¿quién es el culpable?”. Este letrado pone como ejemplo un caso en el que “el médico pautó un analgésico al que la paciente era alérgica. Estaba pautado en la orden médica, la enfermera lo administró y el resultado fue la muerte de la mujer”.
Por ello, entre las ventajas que el seguro de RC de Enferseguros conlleva se encuentra, según el presidente del Colegio de Enfermería de Tenerife, el hecho de que “es un seguro exclusivamente nuestro, que sólo va a prestar servicio a nuestros enfermeros”. Además, añade, para este seguro la prioridad reside en defender la correcta actuación del enfermero y que ante un accidente o iatrogenia, que “suele ser lo más habitual”, se reconozca y se proteja al usuario.
Detrás de este seguro, se encuentra el apoyo incondicional y la experiencia del gabinete jurídico del Consejo General de Enfermería lo que, para el José Ángel Rodríguez es, en sí mismo, una “tranquilidad” y, como reconoce Luis Navarro, “un gran apoyo”.