REDACCIÓN.- La Mesa de la Profesión Enfermera, constituida por el Consejo General de Enfermería (CGE) y el Sindicato de Enfermería, SATSE, ha reclamado al Gobierno que regule el precio de los autotest de antígenos que se venden sin receta en las oficinas privadas de farmacia, para acabar con la especulación y desigualdad de precios que provoca que en España cuesten un 2.000 por ciento más que en países de nuestro entorno, como Alemania.
La Mesa de la Profesión Enfermera subraya que es intolerable que en nuestro país estén costando estos test al ciudadano entre 10 y 14 euros mientras que en países, como Alemania, el gasto es de 0,75 euros. Al respecto, recuerda que ya ocurrió lo mismo con las mascarillas, provocando la venta a un precio desproporcionado de un material que era necesario para protegernos del coronavirus en plena primera ola de la pandemia.
“Ha pasado casi un mes desde que las farmacias pueden vender autotest de antígenos sin receta y asistimos estupefactos a unas diferencias de precio sin sentido en la venta de estas pruebas diagnósticas de detección del coronavirus, que oscilan entre los 10 y los 14 euros dependiendo de la oficina privada de farmacia en la que se compre”, afirman desde la Mesa de la Profesión.
Según la Mesa de la Profesión Enfermera, se trata de unas cantidades absolutamente desproporcionadas si se compara con los precios que tienen en países de nuestro entorno como Francia o en Alemania. Este último país, por ejemplo, los vende por 0,75 euros, lo que supone que en España los consumidores están pagando casi un 2.000 por ciento más que allí, unas cifras incomprensibles que hacen más complicado el acceso a estas pruebas para toda la sociedad. Apunta, además, que el coste establecido es por cada test, aumentándose la cantidad económica en función de los que se quieran comprar.
La Mesa de la Profesión Enfermera recuerda, al igual que han expresado ya distintos expertos, que la comercialización de estas pruebas diagnósticas sin receta en las oficinas privadas de farmacia no es una medida eficaz y segura para garantizar el control de la pandemia, al “descargar” en la ciudadanía la responsabilidad de su realización, interpretación y comunicación al sistema sanitario. “La realización de los test de autodiagnóstico del COVID-19 en los domicilios, tras su adquisición en las farmacias, genera tantos riesgos, inseguridades e incertidumbres que hacen que no sea una medida útil, positiva ni eficaz para el ciudadano ni tampoco para el sistema sanitario”, apuntan.
Al respecto, desde la Mesa de la Profesión Enfermera se insiste en que la realización de la recogida de la muestra por parte de una persona no cualificada y sin experiencia puede arrojar resultados inexactos que lleven a confundir la interpretación de los mismos, pudiendo provocar falsos positivos y falsos negativos.
A pesar de todo y si el Gobierno sigue defendiendo su pertinencia, la Mesa de la Profesión Enfermera le reclama que acabe con la actual especulación y mercadeo que perjudica claramente a todos los ciudadanos y ciudadanas que tienen que gastarse una cantidad importante de dinero por cada test. “Debe regular el mercado para que estos test sean gratuitos para el conjunto de la ciudadanía o que se ponga un valor máximo y cuesten lo mismo que en Alemania”, afirman.
Asimismo, según la Mesa de la Profesión Enfermera, llama la atención que durante la gestión del anterior responsable del Ministerio de Sanidad, Salvador Illa, y coincidiendo con los momentos más duros y difíciles de la pandemia, no se cedió a los intereses del sector empresarial farmacéutico, y en tan solo unos meses en los que Carolina Darias ocupa la cartera sanitaria se haya hecho realidad la comercialización de estos autotest sin tener en cuenta el criterio de numerosos y reputados expertos que han advertido de manera reiterada sobre los riesgos que genera su realización en los domicilios.