REDACCIÓN.- El Colegio de Enfermeras y Enfermeros de Tarragona, en plena crisis sanitaria ocasionada por la COVID19, ha querido poner en valor, ahora más que nunca, la gran labor social que está llevando a cabo la enfermería en general, y las enfermeras tarraconenses en particular. Ellas, desde las diferentes vertientes de su tarea asistencial diaria, están al pie del cañón, luchando en condiciones extremas, con el único fin de cuidarnos.
“En este contexto, toma especial protagonismo una figura clave en el entramado sanitario: las supervisoras de enfermería, que no están en primera línea pero que también hacen un trabajo imprescindible y necesario para dar respuesta a la crisis del COVID-19”, destacan desde la institución.
Asimismo, “consideramos que estas profesionales, como cargo intermedio, son una figura indispensable, ya que con su especial dedicación consiguen un equilibrio casi mágico, entre los dos campos en los que se mueven habitualmente, como son los equipos de enfermeras que lideran y las direcciones que esperan los resultados”
Las enfermeras supervisoras se encargan de hacer la coordinación de los recursos humanos y materiales, manteniendo una estrecha comunicación con los equipos de profesionales y también deben atender y satisfacer las necesidades de los usuarios. Es obvio que esta tarea, en estos momentos, es de una alta complejidad, más si tenemos en cuenta que actualmente deben trabajar bajo una gran presión por falta de recursos materiales y humanos.
Ellas son el engranaje que hace posible el funcionamiento de los hospitales, adelantándose a las situaciones nuevas que van surgiendo diariamente, sustituyendo a sus compañeras enfermas, en caso necesario, y apagando fuegos constantemente con el objetivo de poner orden en la gestión diaria. Y actualmente lo hacen con la mitad de los efectivos en la supervisión y con compañeras de baja. Son imprescindibles y necesitan ser reconocidas por la gran labor que hacen.
Igualmente, las direcciones de enfermería que han de desarrollar las tareas propias de administración, gestión y organización del servicio de enfermera en unas condiciones altamente complejas.
“Queremos expresar nuestro reconocimiento para aquellas compañeras y compañeros que están en segunda línea, que hacen una tarea imprescindible para que los profesionales que están en primera línea puedan dar respuesta a la crisis sanitaria del COVID-19”, afirma Lluïsa Brull, presidenta del colegio.
Un Comentario
E.C
Estimados miembros del colegio de enfermería de Tarragona,
Aprecio la buena intención en resaltar la función de los supervisores en enfermería, pero como bien habéis dicho se encuentran en segunda o tercera línea. Ya sé que no se puede generalizar, pero últimamente oigo más comentarios negativos que positivos sobre este colectivo. Y es que cuando se está en primera línea de fuego en una situación como esta, lo que se valora es que ese cargo superior se arremangue las mangas de la bata y se ponga codo con codo con sus compañeros, los que como bien habéis dicho están sacando las castañas del fuego.
Y si sus gestiones lo imposibilitan, debido a su complejidad, al menos que valgan la pena, y luchen por conseguir material suficiente para proteger a sus «guerreros» y no los dejen a la intemperie. Que se quemen las pestañas para proporcionar turnos equitativos y no de 12h un día sí un día no, y como justificación te digan que la situación es extrema. Claro que la situación es excepcional, pero no va a durar una semana, ni dos, y lo que no se puede permitir es que esa primera línea llegue a casa rendida tanto física como mentalmente.
Por favor lo pido. Resalten el gran trabajo de los supervisores, pero a la vez denles un toque para que no dejen de esforzarse por garantizar la salud de los que están acatando sus órdenes sin rechistar. Y todo eso porque nos gusta nuestra profesión y creemos que ahora más que nunca tenemos que hacer lo posible para que todo vaya bien.
Atentamente,
Una enfermera más, que se encuentra al pie del cañón.