DAVID RUIPÉREZ.- Enfermera de Urgencias, profesora de Historia de la Enfermería y doctora universitaria, Regina Allande Cussó es también investigadora. En estos momentos lleva a cabo un estudio sobre el impacto psicológico de la pandemia sobre los profesionales sanitarios junto a su compañero de la Universidad de Huelva, Juan Gómez Salgado, una investigación que sigue abierta a la participación y de la que nos proporciona detalles en esta entrevista.

la falta de medios que tuvimos en su momento y otros factores que han afectado a los profesionales sanitarios en todas sus esferas”

Llega la pandemia y se ha disparado la investigación en torno a esta catástrofe desde muchas disciplinas, pero ¿Cuándo, cómo y por qué decidís abordar el impacto y la trascendencia en materia de salud mental del COVID-19?

Tal y como se ha dicho antes, somos un grupo de investigación coordinados por Juan Gómez Salgado y el profesor Carlos de Frutos, llevamos trabajando algún tiempo en salud laboral y es verdad que ahora mismo hay muchas investigaciones funcionando desde la parte fisiológica de la propia COVID, la epidemiología o el diagnóstico, pero a nosotros, que somos un grupo multiprofesional -enfermeros, médicos, psicólogos- nos interesaba mucho conocer cuál es el impacto psicológico de esta pandemia que muchos de nosotros no habíamos vivido antes, es algo nuevo para todos, afecta a todas las esferas de la vida, pero sobre todo a  esas personas que estamos en primera línea. Yo, por ejemplo, trabajo también como enfermera asistencial y afrontamos día a día la idiosincrasia de la enfermedad, la falta de medios que tuvimos en su momento y otros factores que han afectado a los profesionales sanitarios en todas sus esferas.

En lo que trabajamos desde nuestro grupo es en la validación de una escala que no existía y que mide, específicamente, el nivel de ansiedad y miedo a COVID”

Está claro que la desgracia de la pandemia ha espoleado también la producción científica, ¿sigue abierta vuestra investigación, es posible que participen las enfermeras? No sé si resulta sencillo o qué parámetros estáis evaluando.

Este proyecto que comentamos hoy es un subproyecto de algo de mayor envergadura, como es evaluar el impacto del COVID-19 tanto en población general como población activa en muchos países y en lo que trabajamos desde nuestro grupo es en la validación de una escala que no existía y que mide, específicamente, el nivel de ansiedad y miedo a COVID. Ahora ya está publicada. En lo que estamos trabajando ahora es en realizar esa validación en enfermeras y enfermeros. Pero además queremos obtener datos, es decir, medir esos niveles de ansiedad y miedo en nuestros profesionales de Enfermería. El otro objetivo es poder cribar y detectar esas personas que precisan ayuda e incluso desarrollar estrategias de intervención a nivel de los distintos sistemas de salud. La investigación se basa en un cuestionario on line siguiendo esa escala ya validada. Se accede a él a través de un link que se puede encontrar fácilmente en muchas páginas oficiales que están dando difusión a nuestra investigación.

Hemos encontrado un nivel moderado-alto de ansiedad”

Podemos intuir que los profesionales sanitarios han experimentado grandes dosis de ansiedad, estrés y miedo, pero ¿puede adelantarnos algunos resultados preliminares?

Sí, podemos comentar que más o menos estamos barajando un nivel moderado-alto de ansiedad en el colectivo enfermero, ya lo manejábamos en el estudio de población general, pero en las enfermeras y enfermeros también, sobre todo debido a esa falta de medios que hemos tenido -aunque cada vez está mejor este tema-, recordemos que desconocíamos la enfermedad, cada vez la vamos conociendo mejor, pero esta ansiedad es algo que no se va de un día a otro, esto perdura. Ha causado impacto y por ello muchos de nuestros compañeros y compañeras acarrean, por ejemplo, el hecho de trabajar con toda una indumentaria que muchas veces dificulta el trato con el paciente, muchas veces incluso repercute sobre la propia salud al no poder respirar correctamente, es decir que tiene un gran impacto. Incluso hay compañeros que experimentan ansiedad mientras están trabajando.

¿Ataques de ansiedad en el puesto de trabajo?, ¿profesionales que se arrancan el traje y salen despavoridos?

Así es.

Existe la posibilidad de que haya personas que hoy o mañana no manifiesten todavía nada -o un nivel muy leve de ansiedad- y que en un futuro sí que puedan llegar a otros problemas de ansiedad más graves”

No sé si, como sucede a veces con el estrés postraumático, pueda haber enfermeras que sobrelleven relativamente bien toda la pandemia y que luego se puedan manifestar secuelas a nivel psicológico pasado bastante tiempo; si es factible que haya profesionales que mucho después del COVID estén tomando, por ejemplo, la tensión a un paciente y se le manifieste de repente todo lo acumulado por los vivido durante la pandemia. ¿Barajáis ese escenario?

Como decía, nuestra intención es hacer esta medición inicial, pero también tomas de muestras a lo largo del tiempo a nivel longitudinal para ir viendo justamente lo que comentabas, porque sí que creemos en el estrés postraumático. Es una entidad nosológica que está muy bien definida. Existe como tal y existe la posibilidad de que haya personas que hoy o mañana no manifiesten todavía nada -o un nivel muy leve de ansiedad- y que en un futuro sí que puedan llegar a otros problemas de ansiedad más graves. Barajamos esa posibilidad y la idea es incluso poder diseñar, a partir de esos resultados, nuevas estrategias de intervención multidisciplinar y a largo plazo.

Con pequeñas modificaciones, la escala se adapta a otras situaciones!”

Esa escala que ya habéis publicado y estáis validando, ¿se podría emplear a otras situaciones ajenas al COVID, como una herramienta rutinaria de medición del estrés?

Es cierto que la herramienta está validada específicamente para medir la ansiedad frente al COVID-19, pero con una pequeña modificación, que es muy leve, la podemos emplear para evaluar situaciones de miedo o ansiedad frente a otras cuestiones y también nos interesan otros colectivos, como podrían ser las personas mayores, que también han tenido un gran impacto, y también otro tipo de población, como los desempleados que ha dejado esta situación. Con pequeñas modificaciones podemos trabajar con muchas poblaciones o tenerlo preparado si, nadie lo desea, viniera otro virus en el futuro. Ya tendríamos el camino marcado.

He leído también que se está prestando especial atención al sesgo de género…

Es una perspectiva que siempre estudiamos en todas nuestras investigaciones porque, si bien es verdad que la enfermería es una profesión feminizada, por la evolución histórica de su trayectoria como disciplina y como ciencia, cada vez hay más hombres enfermeros y es importante estudiar cuál es su perspectiva y cómo vive específicamente ese enfermero varón este impacto de la pandemia. Como equipo de investigación siempre intentamos equiparar el muestreo y que tengamos suficiente muestra de sexo masculino. Es muy importante.