REDACCIÓN.- La Asociación de Española de Matronas junto a la Asociación de Matronas de la Comunidad Valenciana responde al comunicado emitido el pasado 12 de julio por la Organización Médica Colegial de España (OMC) en el que se considera muy desafortunado el concepto de «violencia obstétrica» para describir las prácticas profesionales de asistencia al embarazo, parto y posparto en nuestro país. La asociación española considera necesaria su respuesta ante «la falta de debate público en todos los grupos profesionales ya que ninguna matrona estuve presente en esa mesa para argumentar su postura».
«La AEM ha estado al lado de las mujeres y de las matronas a lo largo de estos años siendo testigo y parte, de los cambios que se han producido en la atención de los nacimientos y en las prácticas obstétricas antes que ninguna otra organización. Abogó ante el Ministerio de Sanidad (2000) por la creación de unidades de bajo riesgo dirigidas por matronas para evitar el incrementado intervencionismo que venía observando en la atención al parto y nacimiento. La misma que logró convocar un foro internacional de obstetras y matronas a para que expusieran y reconociera abiertamente los errores de la obstetricia intervencionista realizada en España, en ese momento, denominado “Seminario Internacional Complutense” (2005) cuyo fruto visible fue “La Carta de Madrid” (traducida a 4 idiomas), como primer documento de compromiso profesional acorde con las recomendaciones de la OMS en la atención del parto y nacimiento», afirman en su comunicado.
Por su parte, las matronas de valencia aseguran que estos términos, en absoluto están alejados de la realidad asistencial de muchos centros de la Comunidad Valenciana, en los cuales las matronas son testigos, en muchas ocasiones , de actos que encajan con la definición de «violencia obstétrica» emitido por la OMS o el Observatorio de Violencia Obstétrica de España. Aseguran que el gobierno de España ya contó en el año 2010 con un grupo de trabajo conformado por múltiples especialistas sanitarios para la elaboración de la Guía de Práctica Clínica sobre la Atención al Parto Normal. Documento que, a pesar de tener una andadura de más de una década, no termina de implantarse en muchos centros hospitalarios, ni públicos ni privados de la Comunidad Valenciana. «Hay un gran número de profesionales sanitarios que siguen trabajando sin rigor científico y ética médica al no ceñirse a lo recomendado por dicha GPC así como a las recomendaciones científicas avaladas por distintas sociedades médicas acaecidas desde entonces», aseguran.
Modalidad de la violencia de género
«Entendemos la ‘violencia obstétrica’ como una modalidad de la violencia de género, pues estas actuaciones médicas, derivan de una atención paternalista y la aplicación de una visión androcentrista a los procesos reproductivos de las mujeres. Hablamos de «violencia obstétrica» cuando no se cumplen las recomendaciones respecto a la tasa de episiotomías, cesáreas o inducciones del trabajo de parto, cuando se practican maniobras desaconsejadas tal como la Maniobra de Kristeller o la Maniobra de Hamilton, cuando se infantiliza a la mujer o se obvia su consentimiento en situaciones fundamentales, se niega el acompañamiento o se separa el binomio madre-bebé. Las matronas nos sentimos víctimas de esta misma violencia, que nos es aplicada en nuestro día a día, cuando no se nos deja trabajar en base a nuestras competencias , presas de una jerarquía vertical instaurada en la infraestructura sanitaria. Jerarquía errónea, que sigue patrones obsoletos, pues nuestras competencias profesionales son propias, no estando ligadas meramente al cumplimiento de las órdenes médicas, sino de la adecuada Lex Artis de nuestro ámbito competencial», afirman desde la Asociación de Matronas de Valencia.
Mientras tanto las matronas españolas subrayan que han sido las promotoras, coordinadoras y editoras del único y exclusivo Código Deontológico de las matronas españolas desde su edición en 2010.
Las profesionales ponen de manifiesto que negar estas circunstancias contribuye, aún más si cabe, al malestar de las víctimas, considerando una falta de respeto el obviar sus relatos y quejas al respecto. Además, consideran que, a pesar de que la emisión del comunicado no tiene como objeto crear alarma social, es necesario denunciar actos de los cuales son testigos, así como exponer su malestar como colectivo al no dejarlas desarrollar todo su potencial profesional.
Por último, reclaman Unidades de Parto de baja intervención liderados por matronas, tal y como marcan las recomendaciones de la ONU y de la GPC del Ministerio de Sanidad.
2 Comentarios
Silvia del Carmen Caqui Oberti
Yo soy de Perú y aquí a las matronas se les denomina obstetras y si amigo aquí los obstetras trabajan en los lugares más recónditos de la serranía y selva, donde no hay médicos ni mucho menos Gineco obstetras, salvando la vida de la madre y del bebé nacido y por nacer, ellos y ellas no trabajan de manera irresponsable, ellos y ellas son luchadoras aunque muchas veces no reconocen su trabajo, es una pena que en España un país tan adelantado y liberal existan personas como UD. Que hacen menos a las personas, le invito a conocer mi país y vea la realidad sanitaria actual y así pueda valorar el trabajo de las matronas de su país que solo velan por el bienestar de su comunidad.
Luis
Una asociación de extrema izquierda extremista a mas no poder, es normal que diga tantas tonterias. Si sois ta listas y sabeis hacer todo tan bien como los ginecólogos iros a hacer partos a 100 km donde no os pueda salvar ningún ginecólogo y no al lado de ellos que son los que os van a salvar al final de las complicaciones que vuestra irresponsabilidad causaría. Mucho criticar pero bien pegaditas a ellos para que os resuelvan las complicaciones.