ÁNGEL M. GREGORIS.- Las personas que han vivido trastornos de estrés postraumático (TEPT) tienen más posibilidades de sufrir un envejecimiento acelerado, tal y como destaca un estudio publicado en la revista American Journal of Geriatric Psychiatry.
“Este es el primer estudio que se hace para vincular el TEPT, un trastorno psicológico sin base genética establecida, que es causada por el estrés externo, con un proceso biológico básico como es el envejecimiento”, explica Dilip V. Jeste, autor principal del estudio y director del Centro de Envejecimiento Saludable y Cuidado de Ancianos de la Universidad de California en San Diego (EE. UU.)
Desde hace unos años se ha incrementado la preocupación por este tipo de trastorno debido, en gran parte, por los problemas que sufren los militares cuando regresan de conflictos e incluso los profesionales sanitarios tras tener que atender a las víctimas de una gran tragedia como los atentados terroristas.
Hasta ahora, el TEPT estaba relacionado con otras enfermedades psicológicas como la depresión crónica, ira, insomnio, trastornos de la alimentación y de abuso de sustancias, pero, a raíz de esta revisión bibliográfica, los investigadores han querido buscar la relación con el envejecimiento prematuro.
A la hora de realizar la investigación, analizaron causas de envejecimiento que no estaban asociadas a enfermedades psiquiátricas como es el síndrome de progeria de Hutchinson-Gilford, el VIH o el síndrome de Down. La evidencia demostró que había indicadores biológicos, como la longitud de los telómeros de los leucocitos y la aparición temprana de problemas médicos que estaban asociados al envejecimiento prematuro.
El equipo hizo una revisión de 64 estudios. Seis de estos, que hablaban específicamente de la longitud de los telómeros de los leucocitos, demostraron que las personas con trastorno de estrés postraumático tenían menor longitud. Los telómeros son tramos de secuencias de nucleótidos de protección, que se acortan con cada replicación llamada y se consideran una causa del proceso de envejecimiento de las células.
Siete de los diez estudios demostraban una asociación leve y moderada entre el envejecimiento prematuro y el trastorno de estrés postraumático.
“Estos resultados no suponen una relación definitiva entre este trastorno y el envejecimiento, pero nos llevan a la necesidad de reconceptualizar el TEPT como algo más que una enfermedad mental”, resalta Jeste.
Para él, que el trastorno tenga una relación con el envejecimiento y la mortalidad prematura es sinónimo de que el problema va más allá de simplemente tratar sus síntomas. “Es necesario analizar más este fenómeno y dar un enfoque médico-psiquiátrico más integrado”, destaca.