REDACCIÓN.- La creencia extendida entre los psiquiatras, a raíz de investigaciones realizadas en el pasado, es que las personas que sufren ansiedad social o fobia social tienen unos bajos niveles del neurotransmisor serotonina. Sin embargo, investigadores de la Universidad de Uppsala (Suecia) ha llegado a la conclusión de que la situación es justo la contraria, la enfermedad incrementa sus síntomas debido a una mayor producción de serotonina por parte de los afectados.

La fobia social es una condición que afecta en gran medida a la vida de quien la sufre cuando la ansiedad se desata al tener que interactuar en público.

Los investigadores suecos, liderados por los profesores Mats Fredrikson y Tomas Furmark, emplearon tecnología PET (tomografía por emisión de positrones) y un marcador especial para detectar las señales químicas de la serotonina en el cerebro. Según explican los investigadores, la serotonina es liberada, llega al receptor y después bombeada de nuevo hacia la célula que lo segrega. No sólo ocurre que las personas con fobia social liberen más serotonina entre el espacio entre las neuronas sino que también se bombea de vuelta, en ese flujo de retorno, más cantidad de este neurotransmisor, según publican en la revista JAMA Psychiatry.

Este descubrimiento supone un paso hacia descifrar el rol de los marcadores químicos del cerebro en personas con esta patología mental, aunque esta aportación extra de serotonina, como dice el estudio, podría dar bastantes pistas al respecto.