REUTERS/EUROPA PRESS.- Las personas mayores que comen mucho pescado y verdura viven más que las que no lo hacen, según ha mostrado una investigación realizada por expertos de la Universidad de Uppsala en Suecia, tras analizar en un periodo de unos 14 años a 2.193 mujeres suecas y 2.039 hombres de 60 años.
La ingesta de estos alimentos aumenta los niveles de grasas poliinsaturadas en la sangre, lo que hace que, según los resultados publicados en la revista ‘Circulation American Heart Association’, se reduzcan las posibilidades de fallecer por enfermedad cardiaca o por cualquier otra causa.
«El estudio apoya las directrices dietéticas actuales que aconsejan tener una ingesta suficiente de pescados y aceites vegetales en una dieta saludable para el corazón», ha aseverado el autor principal del estudio, Ulf Riserus.
Las grasas poliinsaturadas o monoinsaturadas se encuentran en pescados como el salmón, trucha o arenque, así como en los aguacates, aceitunas, nueces y en los aceites vegetales líquidos tales como la soja, maíz, cártamo, canola, oliva y girasol.
Niveles elevados de ácido linoleico y EPA Y DHA.
En concreto, los investigadores comprobaron que los niveles elevados de ácido linoleico -se encuentra en los aceites vegetales- están vinculados a una reducción del 27% del riesgo de muerte en hombres, aunque no en mujeres. Sin embargo, los ácidos grasos EPA y DHA, encontrados en el pescado, reducen en ambos sexos el riesgo de muerte en aproximadamente un 20%.
Ahora bien, los expertos han reconocido que los datos aportados por el estudio no son del todo concluyentes ya que la prueba en sangre de las grasas sólo se realizó una vez.
Por ello, la nutricionista en el Centro de la Universidad de Nueva York (Estados Unidos) Samantha Heller, que no participó en el estudio, ha recordado que no hay una comida «milagro» que haga que las personas sean inmortales y ha destacado la importancia de llevar una dieta saludable junto a la práctica diaria de ejercicio físico.