ÁNGEL M. GREGORIS.- Faltaban tres horas para que en el Ministerio de Sanidad comenzase el llamamiento de los primeros 350 enfermeros que van a elegir su plaza EIR este año y Pilar de Puelles, que tiene el número 126, ya estaba despierta en su casa de Majadahonda (Madrid). Los nervios y la incertidumbre por saber si conseguirá el puesto que desea hacen que se haya levantado con tiempo para prepararse. A las 8.15 quiere estar en el Ministerio porque se está preparando una foto de grupo con las camisetas que reivindican “#ReconocimientoEIR ¡Enfermería especializada!” y le gustaría participar. “Tenemos que juntarnos para reivindicar la importancia de enfermería en los cuidados. Pese a que cada vez tenemos más formación no se está reconociendo en muchas comunidades. Cada vez más, pero no tanto como debería”, afirma Pilar.
Un poco antes de la concentración llega con su compañera, también futura EIR, a Atocha, desde donde van caminando hasta la sede del Ministerio, que abre su puerta lateral a las 8.35 para que pasen los primeros. Allí dentro, a medida que van llamándoles van entrando al salón de actos para colocarse en el graderío.
Después de un año de estudio intensivo y mucho estrés, ella y otros 1.050 enfermeros verán por fin cumplido su objetivo. Toda la preparación culminará cuando en el estrado ellos mismos pulsen el botón de aceptar para elegir su plaza. Pilar tiene la especialidad muy clara. Quiere ser matrona. En lo relativo al hospital en el que se formará, tiene varias opciones, eso sí, no quiere marcharse de Madrid. Lo ideal para ella sería en el Puerta de Hierro, pero tampoco le importaría el 12 de Octubre o La Paz.
Nervios
Está nerviosa por el momento, pero a la vez es consciente de que con su número es muy complicado que no consiga una de sus alternativas. A las 9.20, aproximadamente, ya están todos sentados y desde la mesa leen las normas y les explican cómo será la elección. Minutos después, entre los primeros puestos una de las enfermeras elige la plaza de matrona en el Puerta de Hierro. Sólo queda una disponible y a Pilar le faltan más de 100 números por delante. Es ahí cuando se pone más nerviosa.
Tiene que pasar una hora más para que por el micrófono se escuche: “Pilar de Puelles Fernández”. Ella misma sube sonriendo porque sabe que, a no ser que los cinco que van antes que ella en su ronda le quiten el puesto, logrará lo que deseaba. Así es, a las 10.20 leen en alto su elección y ella acepta. Los nervios le hacen marcharse sin dar al botón, pero, rápidamente, vuelve hacia atrás y pulsa. Ahora sí, Pilar ya tiene su plaza de enfermería especialista en Obstétrico-Ginecológica. “Ha sido un poco tenso porque sabíamos que el Puerta de Hierro sólo ofertaba dos plazas y la número 13 ya tenía la primera. He estado 100 puestos pensando que alguien la iba a elegir, pero al final me ha llegado el turno y la he podido coger yo. Estoy muy contenta”, asegura.
Dos años cargados de información
Tras estudiar en casa, en la biblioteca y en la academia CTO, Pilar sabe que esto sólo acaba de empezar. Por delante vienen dos años cargados de información, formación y aprendizaje. “Espero aprender un montón de la mujer en todas sus etapas y la verdad es que estoy motivadísima para empezar”, subraya. Serán los próximos 24 y 25 de mayo cuando ella y el resto de sus compañeros tendrán que incorporarse a sus puestos.
Aunque la alegría de todos es latente a la salida del Ministerio, que se dan cita abrazos y aplausos de los familiares que esperan fuera, son conscientes de que queda mucho por hacer con las especialidades. Tan sólo la de matrona tiene el puesto de trabajo vinculado a la especialidad y tal y como todos reivindican, es necesario que las instituciones comprendan la importancia de especializar los cuidados. “Es un poco injusto que una profesión como enfermería que es un pilar importantísimo del Sistema Sanitario no se tenga en cuenta y no tenga las especialidades desarrolladas como deberían. La Sanidad necesita una enfermería especializada y ojalá esto cambie”, apunta Daniel González, número 1 del EIR 2018, que ha elegido Familiar y Comunitaria en Valencia.
Lo mismo opina Sandra García, EIR matrona en Sevilla, que considera que “hay que evitar que la gente saque la especialidad y luego no pueda trabajar de ello”. También Marta Morón, futura matrona en Valencia, está de acuerdo: “Para tener una sanidad de calidad tenemos que tener médicos y enfermeros especializados. Tenemos que seguir luchando porque no tiene lógica que un enfermero generalista se meta, por ejemplo, en neonatos, habiendo especialistas en este ámbito”.