ANA MUÑOZ.- La sociedad suele dar por hecho que la lactancia materna es posible en todos los casos, que lo normal cuando un niño nace es que su madre esté en disposición de darle de mamar. Pero se olvida que pueden darse algunas circunstancias que lo impidan, como el nacimiento prematuro. La leche artificial es una alternativa, pero existe otra más natural y beneficiosa para el bebé: la leche materna donada. En Madrid, que ésta llegue de la donante a la receptora es posible gracias al trabajo que se hace en el Banco Regional de Leche Materna ubicado en el Hospital 12 de Octubre.

Madre de un niño prematuro

Mihaela Lungu, de 36 años, es una de esas mujeres que no puede amamantar del todo a su hijo, Hugo, que nació con sólo 26 semanas y 510 gramos. Antes de dar a luz desconocía por completo la existencia del banco de leche, ni siquiera sabía que la leche materna se podía donar. Y sin embargo, ahora, ella y su hijo llevan dos meses visitando a diario la Unidad de Neonatos para recibirla. “Es nuestra segunda casa”, asegura Mihaela.  “Yo doy poquísima leche, no es suficiente, por eso necesito la donada. Es más que una ayuda, si no la tuviera no sé qué haría”. Mihaela y su pequeño ocupan una sala con luz tenue, rodeados de incubadoras donde se desarrollan diminutos bebés y máquinas que miden sus constantes: “Estás todo el tiempo pendiente de si pita, de si el bebé se queja… de todo. Hay días buenos y malos, hay momentos de depresión, sufrimos mucho estrés… Pero lo cierto es que Hugo ya va estando más grande”. El trato con el personal de enfermería es, dice, excepcional: “Vienen con las jeringuillas de leche preparadas, están pendientes de todo, te dan consejos que vienen muy bien… Gracias a ellos Hugo está como está”.

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Mihaela Lungu con su pequeño, Hugo, en brazos

El proceso

La leche que se recibe se analiza para determinar los niveles de grasa, proteínas, calorías, acidez, etc. Eso permite crear diferentes “perfiles” de leche y suministrarla a los bebés en función de sus necesidades. Si se trata de un bebé prematuro, se le dará leche rica en proteínas. Si el pequeño está muy desnutrido, su leche será rica en calorías. La leche que llega al banco se somete a  un proceso de pasteurización por el cual se eliminan bacterias, virus y otros componentes. El resultado es una leche segura y de calidad.

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Una técnico toma muestras de la leche recepcionada

Los beneficios

“La leche donada es beneficiosa para los bebés porque se tolera mejor que la artificial, les protege contra problemas intestinales graves y disminuye el riesgo de contraer enfermedades digestivas. A largo plazo, previene de problemas cardiovasculares y disminuye las dermatitis atópicas de los bebés”, explica María Ángeles Morante, enfermera responsable del banco. Es por eso que organismos como la OMS o UNICEF recomiendan la leche humana donada como mejor alternativa para un recién nacido cuya madre no puede amamantarle.

Entre las funciones de María Ángeles está la captación de donantes a través de medios de comunicación, matronas, centros de salud y asociaciones. “Las donaciones son voluntarias y altruistas. Muchas donantes se enteran de que esto existe por los medios de comunicación o en las plantas de maternidad. Son encantadoras, se emocionan cuando traen la leche, lo viven de una manera increíble, te cuentan que ha sido una experiencia maravillosa… Se sienten muy agradecidas y muy orgullosas”, explica la enfermera.

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Los frascos de leche pasteurizada llevan claramente señalada la fecha de caducidad

Las donantes

Cuando una madre se interesa por ser donante, se le hace una entrevista para asegurarse de que mantiene un estilo de vida saludable y se le somete a un análisis de sangre para descartar infecciones. El último paso es la firma de un consentimiento informado. A partir de ahí, ya puede comenzar a extraerse leche para donarla cuando desee, siempre que la lactancia de su propio hijo sea satisfactoria y que hayan pasado tres o cuatro semanas desde el parto.

El proceso de extracción debe llevarse a cabo en unas condiciones de absoluta higiene y nunca debe romperse la cadena de frío en el traslado de la leche desde el domicilio de la donante hasta el banco. Una vez allí, la leche cruda se guarda en congeladores, se registra y se da comienzo al proceso de pasteurización previo a distribuir la leche entre los bebés que la necesitan.

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Durante el proceso, nunca debe romperse la cadena de frío

“Los principales receptores serán grandes prematuros –los menores de 1.500 gramos y menores de 32 semanas de gestación-, los cardiópatas, los niños que han pasado por una cirugía digestiva o los que han tenido problemas de hipoxia”, explica Morante. El Banco de Leche funciona bien, pero se esfuerza constantemente por conseguir nuevas donantes porque siempre hacen falta más reservas de leche, más ahora que presta servicio a nivel regional.

Donar leche salva vidas como la de Hugo, como las de los bebés cuyas fotos empapelan las paredes de la Unidad de Neonatos.  Son niños que nacieron prematuros pero se desarrollaron sin problemas gracias a la donación de leche materna. “Anima mucho conocer sus casos”, asegura Mihaela.

Para convertirse en donarte, se puede contactar con el banco llamando al 91 390 88 11 o en la dirección de correo electrónico bancodeleche.hdoc@salud.madrid.org.