ANA MUÑOZ.- Nadie que visita la ciudad de León olvida recorrer el Barrio Húmedo, pasear por la Plaza Mayor y la Plaza de Regla, cruzar el Puente de los Leones o admirar la catedral gótica del siglo XIII salpicada de vidrieras de colores. No hay quien no se detenga ante la Casa Botines, diseñada por Gaudí, y se haga una foto sentado junto a su estatua. Y, por supuesto, ningún turista pasa por aquí sin posar la mirada en la imponente fachada del antiguo Convento de San Marcos, que alberga el lujoso parador, desde su amplia plaza. Sin embargo, lo que no todo el mundo sabe de esta ciudad es que, desde hace algunos años, está considerada la cuna del parlamentarismo moderno. Por eso, y tras haber consolidado en su catálogo de atracciones el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC), León ha focalizado en los últimos años buena parte de su proyección turística hacia ese hito histórico de la democracia.

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Imagen de un fragmento de los Decreta expuestos. Imagen: Ayuntamiento de León

Empezamos a descubrirlo en la Colegiata de San Isidoro, después de contemplar las pin-turas murales del Panteón Real: escenas de la Anunciación, de la vida de Cristo, un calendario agrícola, el famoso Pantócrator. “La Capilla Sixtina del Arte Románico”, lo llaman. El tesoro del museo incluye una enigmática pieza de orfebrería: el Cáliz de doña Urraca, del que se dice que podría ser el Santo Grial.

Pero es al salir al claustro de la Colegiata cuando nos cuentan lo que ocurrió en la prima-vera de 1188: el rey Alfonso IX convocó una Curia Regia, una asamblea en la que el clero y la nobleza le asesoraban sobre asuntos administrativos. Nada fuera de lo normal, salvo por una razón, y es que, por primera vez en la Historia, a esta asamblea asistieron representantes de las ciudades que tuvieron derecho a intervenir en la decisión de los asuntos públicos. En aquella asamblea leonesa de 1188 se redactaron los Decreta, un conjunto de normas que la UNESCO reconoció como el testimonio documental más antiguo del sistema parlamentario europeo y que son ya uno de los bienes incluidos en el Registro de la Memoria del Mundo.

Fue el historiador australiano John Keane quien consiguió demostrar la teoría de que fue en León y no en Westminster (Inglaterra) —como tradicionalmente se había creí-do— donde se pusieron los cimientos del parlamentarismo moderno.

Teoría que primero desconcertó a muchos pero que, gracias a las evidencias documentales avaladas por la UNESCO, parece ya irrefutable. Los visitantes pueden ver los Decreta originales en la exposición León, Cuna del Parlamentarismo, en el Palacio del Conde Luna. Una muestra que busca poner de relieve la relevancia histórica de aquella asamblea y que ilustra cómo la democracia ha evolucionado en muchos aspectos pero se mantiene intacta en otros.

Campamento militar

La visita se puede complementar con un recorrido por el Centro de Interpretación del León Romano, que ofrece un viaje en el tiempo hasta los orígenes de la ciudad de León como campamento de la legión romana. En él se pueden ver recreaciones del armamento romano, de las estrategias de combate, de la vida cotidiana de los legionarios y la disposición de los edificios que conformaban el campamento. De aquella época se conservan algunos tramos de la vieja muralla que delimitaba el casco antiguo.

Además de probar la cecina, el cocido maragato y los vinos de la tierra, es recomendable la visita al Mercado Municipal de Abastos del Conde Luna y a los muchos mercadillos ambulantes que se celebran por toda la ciudad. Durante este año, además, la ciudad de León se une a la celebración del IV Centenario de la muerte de Cervantes con todo un pro-grama de actividades —teatro, lecturas, danza y conferencias— que buscan acercar la vida y obra del escritor a ciudadanos y turistas.

Más información: www.leon.es