Entrevista con Carmen Segovia, enfermera coordinadora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT)

A. GUTIÉRREZ / A. ALMENDROS.- No es una enfermera al uso, su participación en varias películas la han llevado a ganar un par de Óscar con Pedro Almodóvar. Su nombre es Carmen Segovia y es coordinadora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), además de directora del curso sobre comunicación de situaciones críticas.

Ha colaborado en tres películas de Pedro Almodóvar: La flor de mi secreto, Hable con ella y Todo sobre mi madre. ¿Cómo surge eso de ser una enfermera de cine?

Fue completamente casual. Pedro Almodóvar estaba preparando la película La flor de mi secreto y cuando pensaba qué ocupación darle a Carme Elías, uno de sus personajes principales, vio un artículo en El País Madrid sobre el curso de comunicación que titulaba: “Lecciones para el adiós. 20 médicos aprenden en Madrid a comunicar malas noticias”. Pensó que esa sería la ocupación de Carme Elías. Se quiso asesorar y nosotros pensamos que debíamos hacerlo.

Carmen Segovia con Pedro Almodóvar cuando ganó el Óscar por "Hable con ella" en 2003

Carmen Segovia con Pedro Almodóvar cuando ganó el Óscar por “Hable con ella” en 2003

En el día a día, ¿está la enfermería entrenada para comunicar malas noticias?

Desgraciadamente no. Tenemos que aprender a fuerza de ensayo-error. En los planes de Enfermería empieza a haber temas relacionados con la comunicación, pero desde mi punto de vista no lo suficiente, y desde luego en el caso de los médicos nada. El curso que dirijo de la ONT está enfocado a médicos y enfermeros de unidades de críticos. La mayoría reconocemos que una de las tareas que más tensión nos genera es probablemente la comunicación con las familias y los pacientes.

No ha participado sólo en una película… ¿por qué volvieron a contar con la ONT, y en concreto con usted, para la película Hable con ella?

Cuando Pedro planteó Hable con ella, el protagonista era un enfermero, y me pidió que entrenara a los intérpretes en cuidados. Cuando veo la película y esos cuidados de enfermería fantásticos, veo la aportación, porque yo siempre he sido muy purista respecto a la intimidad de los pacientes y no he entendido nunca cómo, teniendo técnicas para cambiar a un paciente o lavarle preservando su intimidad, le destapamos alegremente y no tenemos en cuenta lo que eso supone para la persona. Así surgió una escena maravillosa en la que a Leonor Watling se le cambia la cama y el camisón sin que se le vea ni un solo milímetro del cuerpo.

¿Pero esa función no la hacen las auxiliares de enfermería?

Sí, ellos también lo hacen y están muy bien entrenados, pero lo hacen cuando realmente no hay otro aparataje que implique una labor más especializada.

Carmen Segovia durante el rodaje de "Hable con ella"

Carmen Segovia durante el rodaje de “Hable con ella”

¿Tiene alguna coraza o algo especial para que después de estos 25 años dedicándose en cuerpo y alma a la ONT, y además dando curso de cómo comunicar malas noticias, las situaciones que ha vivido no le afecten en lo personal?

No tengo coraza, siempre dije que el día que no me afectaran las cosas tendría que en pensar dedicarme a otra cosa. La clave está, como transmitimos en el curso, en que por mucho que me meta para comprender al paciente y esté aquí y ahora con él, no lo estoy viviendo y, por eso, soy capaz de salir. Sí que nos quemamos un poco las “patitas” todos los días pero se curan y vuelves a entrar.

También interviene en Todo sobre mi madre, una película muy especial para Pedro Almodóvar.

Sí, cuando entrenaba a los actores de La flor de mi secreto le transmití a Pedro Almodóvar mi miedo sobre cómo se tocasen ciertos temas, si no se trataban adecuadamente podría tener un efecto ola en el proceso de donación. Me dijo que no me preocupara… y ahí me comentó que había empezado a dar vueltas a un guion y que, si finalmente lo culminaba, me pediría ayuda, y así fue. En Todo sobre mi madre, Cayetana Guillén Cuervo hace de mí en los cursos de comunicación, y fue un orgullo.

Cuando les cuentas cómo es el papel de la enfermería, ¿les sorprende?

Descubren mundos nuevos. Lo que más llama su atención es que nos preocupe comunicar malas noticias. La mayoría piensa que como nos dedicamos a esto estamos acostumbrados. Siempre les explico que, tras la aparente frialdad de un profesional, se esconde el miedo a no saber cómo hacerlo o a inducir más daño.

Cuando fallece una persona, intervenís para plantear la posibilidad de que se puedan donar esos órganos. Cuando dicen no, ¿se insiste?

Por supuesto. Yo tengo la obligación y él tiene el derecho a que yo explore a qué es debido ese “no”; siempre dentro del respeto, la empatía y la autenticad. En ocasiones el “no” se debe a la falta de información y hay que explicarles la importancia de donar.