GEMA ROMERO.- La causa fundamental del sobrepeso y la obesidad infantiles es el desequilibrio entre la ingesta y el gasto calórico. A nivel mundial se está produciendo un cambio dietético en el que priman los alimentos hipercalóricos con abundantes grasas y azúcares, pero con escasas vitaminas, minerales y otros micronutrientes saludables. Además, se produce una disminución de la actividad física debido al aumento de la naturaleza sedentaria de muchas actividades recreativas, entre ellas el ver la televisión.
Pero, ¿cómo influyen los anuncios televisivos en los niños? Sí el típico “me lo pido” de los juguetes es más que habitual, ¿qué sucede con la alimentación? Al parecer, según un estudio de la universidad de McMaster, los anuncios de alimentos y bebidas poco saludables también tienen un impacto inmediato y significativo en los niños. Según publica la revista Obesity Reviews la publicidad aumentó la ingesta alimentaria e influyó en la preferencia de la dieta en los niños durante o poco después de la exposición a los anuncios.
Para evaluarlo, los autores examinaron 29 ensayos sobre los efectos de los alimentos poco saludables y la publicidad de bebidas y el análisis de la ingesta calórica y las preferencias dietéticas entre más de 6.000 niños. Su influencia fue inmediata y significa en las elecciones de los menores. Para el autor principal del estudio, Behnam Sadeghirad, «esta es la primera evidencia de revisión sistemática que demuestra que la exposición de los niños a anuncios de alimentos poco saludables y bebidas, a través de embalaje del producto (superhéroes, logotipos), la televisión e Internet aumenta su consumo de calorías a corto plazo, con preferencia por la comida basura».
Para el estudio, el equipo de Sadeghirad evaluó estudios anteriores sobre la publicidad de alimentos y bebidas no saludables a través de la televisión y el cine, videojuegos comerciales, el uso de logotipos de marcas, envases con personajes de dibujos animados y anuncios en folletos y revistas.
El 80% de los anuncios, de “comida basura”
Los resultados también sugieren que los niños menores de 8 años pueden ser más susceptibles a los efectos de la publicidad de alimentos y bebidas en términos de cantidad y calidad de las calorías consumidas. Según los investigadores, estos hallazgos son particularmente importantes teniendo en cuenta los últimos estudios que revelan que los niños están expuestos a un promedio de cinco anuncios de comida poco saludable por hora, lo que representa más de un 80 por ciento de todos los anuncios de alimentos televisados en Canadá, Estados Unidos y Alemania.
«En general, nuestros análisis muestran la necesidad de una revisión de la política pública sobre publicidad de alimentos y bebidas destinados a los niños», agregó Bradley Johnston, autor del estudio, profesor asistente en el Departamento de Epidemiología Clínica y Bioestadística en McMaster.
«El aumento de la prevalencia de la obesidad parece coincidir más con un notable incremento en el presupuesto de la industria de alimentos y bebidas para publicidad destinada a los niños y jóvenes. De hecho, los datos muestran que, alimentos y bebidas hipercalóricos constituyen la mayoría de los productos comercializados en el mercado «, finalizan.