El Foro Económico Mundial (FEM) acaba de publicar los principales retos mundiales. De los diez que incluye en su informe el Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) destaca los conflictos y el cambio climático, las principales amenazas para la salud.

El FEM, en su 20ª edición de su informe Global Risks, señala que el mundo se adentra en una década crucialmente decisiva, y que la colaboración y la cooperación mundial entre las naciones son esenciales para evitar una «espiral descendente de inestabilidad» y, en su lugar, reconstruir la confianza, mejorar la resiliencia y garantizar un futuro sostenible e integrador para todos.

Para Howard Catton, director general del CIE y miembro del grupo de expertos del FEM sobre el futuro de la economía de la asistencia en salud, todos los riesgos identificados, pero especialmente los referidos a los conflictos y a las condiciones meteorológicas afectadas por el cambio climático, suponen una importante carga adicional para unos sistemas y un personal sanitario ya sobrecargados, y perjudican a la salud mundial.

Amenazas y salud

Para Catton ”es importante reconocer la relación directa de causa y efecto entre los riesgos identificados por el FEM y la salud precaria. Se observa la alineación cada vez más estrecha entre las amenazas globales y los daños a la salud. Los trabajadores y los sistemas de salud están en la vanguardia de la respuesta a estas amenazas; su labor también puede contribuir a la preparación y prevención de riesgos, así como a la recuperación tras catástrofes y conflictos”.

Por ello, “la inversión en enfermeras y en el resto de profesionales sanitarios debe ser una de las principales prioridades de los gobiernos, ya que ellos son, en última instancia, los guardianes de la seguridad y el bienestar de la población… La salud de la población de un Estado es la prueba de fuego de su bienestar económico y de su buen gobierno en general. Hay que abordar urgentemente estas enormes fuerzas globales: son la razón por la que los Objetivos de Desarrollo Sostenible, incluido el objetivo de la Cobertura Sanitaria Universal, estén retrasados y corran el riesgo de no cumplirse para 2030”, ha señalado el director general del CIE.

Elección del gasto

“El vínculo inextricable entre paz y salud significa que cada vez más personas sufren terriblemente a causa de heridas y enfermedades no tratadas en zonas asoladas por la guerra. Los sistemas de salud tienen un enorme papel que desempeñar en la prevención y recuperación de los conflictos, y en la construcción de comunidades más cohesionadas y sostenibles. Cada dólar gastado en conflictos es un dólar que podría haberse gastado en atención sanitaria”, ha declarado Catton.

Del mismo modo, para el director general del CIE, “los efectos del cambio climático son generalizados y muy perjudiciales para la salud y el bienestar de las personas. De hecho, las enfermeras se esfuerzan por proporcionar una atención adecuada en situaciones muy difíciles”.

Para el CIE los efectos de todos los riesgos identificados por el FEM podrían reducirse con un esfuerzo sostenido y la buena voluntad de los gobiernos y combatientes afectados. Pero para ello es necesario actuar de inmediato para evitar que la situación acabe siendo irreversible.

Nos encontramos en un punto de inflexión potencial, con gobiernos de todo el mundo en peligro de dejar que las cosas se descontrolen hasta una situación más allá de la cual retrasaremos permanentemente la mejora sanitaria y económica para las generaciones venideras, y supondremos una carga para las enfermeras y el resto de profesionales sanitarios superior a la que son capaces de soportar”.

Por ello, para Catton, “los gobiernos deben hacer todo lo que esté a su alcance para lograr la paz y conseguir la estabilidad y la tranquilidad que la gente ansía. Y, para empezar, deben invertir en enfermeras para asegurarse de que hay un número suficiente con la formación y la experiencia adecuadas, integrados en las comunidades a las que sirven, para prestar los cuidados cada vez mayores que se necesitan antes de que sea demasiado tarde”, ha concluido.


Principales riesgos del FEM

  • Conflictos armados estatales
  • Fenómenos meteorológicos extremos
  • Confrontación geoeconómica
  • Información falsa y desinformación
  • Polarización social
  • Desaceleración económica
  • Cambios críticos en los sistemas terrestres
  • Falta de oportunidades económicas o desempleo
  • Erosión de los derechos humanos y/o de las libertades cívicas
  • Desigualdad