DAVID RUIPÉREZ.- El mal seguimiento de la dieta baja en sal entre los pacientes cardiacos o hipertensos es un hecho comprobado y un predictor de exacerbaciones de su dolencia y reingresos hospitalarios. Los expertos creen que implicar a toda la familia y que adapten su paladar a las necesidades de consumo de sodio del paciente resulta imprescindible para que el enfermo cumpla la dieta pautada. En pacientes mayores hay que tener en cuenta también las alteraciones en el sentido del gusto. El éxito puede pasar por el uso, junto con una intervención educativa, de una serie de dispositivos electrónicos que detectan si un plato tiene un exceso de sal. Así se muestra en un nuevo estudio presentado en las sesiones científicas de la Asociación Americana del Corazón (AHA, en sus siglas en inglés) llevado a cabo por la profesora de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Kentucky (EE.UU.), Misook L. Chung.
En declaraciones a diarioenfermero.es, Chung explica que “el dispositivo mide la cantidad de sal disuelta en la comida. Los participantes en el estudio lo utilizaron para evitar platos con un exceso de sal y tenían unos objetivos semanales. Poco a poco fueron graduando los niveles de sodio en la dieta. Nuestro trabajo revela que el seguimiento de una dieta baja en sodio por parte de todos los miembros de la familia mejora la adherencia del paciente al que sí le ha prescrito una dieta de este tipo por motivos de salud. Toda esta intervención no supone una carga para los allegados, ni un desembolso económico elevado. El dispositivo cuesta entre 30 y 80 euros- dependiendo de la marca. Es algo que podría usar cualquier familia que necesite comer con poca sal”.
De venta en internet
De hecho, es posible adquirir uno de estos aparatos en tiendas online sin ningún problema. Suelen tener forma de cuchara o termómetro y tras introducirlos en el plato, una luz LED indica el grado de sal del plato en cuestión de forma inmediata.
Los resultados del estudio llevado a cabo por Chung y su equipo reflejan una reducción objetiva de la presencia de sodio medido en la orina en el grupo de pacientes y familiares que usaron esta “lengua” electrónica (3.849mg en el grupo de control, frente a 3.604 en el grupo que usó el dispositivo). También un mayor nivel de su grado de satisfacción con las comidas que ingieren (puntuación de 7,9 sobre 10), un aumento de su habilidad para detectar de forma natural alimentos con un exceso de sal –lo dice el 90% de los pacientes-; facilidad de uso de los dispositivos (8,3 sobre 10) y, además, los cuidadores no lo perciben como una carga o exceso de trabajo.
Así que la conclusión de los autores es que esta intervención familiar, que no sólo se basa en el dispositivo, sino que va acompañada de pautas educativas, proporciona adherencia a las dietas hiposódicas, aunque será necesario reproducir la investigación con un número mayor de pacientes en un ensayo a gran escala.
¡Impresionante! A pesar de tener muchas
palabras lo he leído de un tirón y he bajado a la zona de comentarios directamente para agradecerte esta entrada, excelente !
Saludos
Muy importante el medidor de sal, así sabe uno a qué atenerse. Habría que inventar otro para el azucar o hidratos.
Siento deciros que antes de colgar una noticia de tal alcance como podría ser esta, deberíais informaros mejor.
He intentado buscar el aparato mencionado por Internet y no lo he encontrado, no digo que no lo haya a la venta, pero desde luego no es de tan fácil adquisición.
Hola Noemi, muchas gracias por tu comentario. El aparato está disponible en plataformas web tan populares como Ebay o Amazon buscando con palabras claves como «salinómetro» o «medidor de sal». Un saludo.